Tras el arresto del hijo de «El Chapo», las bandas de narcotraficantes se enfrentaron fuertemente con el ejército de México


Soldados detienen a Ovidio Guzmán en Sinaloa. Desde entonces, los pandilleros han establecido barricadas e involucrado a los militares en tiroteos.

Los restos de un autobús y un camión incendiados por miembros de una banda de narcotraficantes bloquean la carretera en Culiacán.

Stringer/Reuters

(dpa) Tras el arresto de un hijo del narcotraficante encarcelado Joaquín «El Chapo» Guzmán, estallaron enfrentamientos en el noroeste de México entre presuntos pandilleros y las fuerzas de seguridad. Delincuentes bloquearon autobuses y camiones en las calles e incendiaron los vehículos en la ciudad de Culiacán, mostraron este jueves transmisiones de televisión. Se escucharon numerosos disparos.

Los soldados habían arrestado previamente a Ovidio Guzmán, según informaron medios mexicanos, citando círculos de seguridad. Tras la detención de su padre, asumió parte del cartel de Sinaloa y fue considerado uno de los traficantes más importantes de la droga fentanilo en el país latinoamericano. Junto a sus hermanos, en repetidas ocasiones libró enfrentamientos con otros grupos dentro del cártel de Sinaloa.

Detienen por segunda vez al hijo de ‘El Chapo’

Ovidio Guzmán fue arrestado una vez antes en 2019, pero luego fue liberado por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador para detener los intensos enfrentamientos entre los delincuentes y las fuerzas de seguridad. Según las autoridades estadounidenses, dirige varios laboratorios de fabricación de metanfetamina y se cree que produce entre 1,5 y 2,5 toneladas de la droga al mes. También se dice que ordenó el asesinato de informantes, rivales y un cantante que no quería cantar en su boda.

Ante los enfrentamientos, el gobernador Rubén Rocha Moya llamó a los sinaloenses a quedarse en sus casas. Se han cerrado escuelas, edificios públicos y el aeropuerto de Culiacán. La Embajada de Estados Unidos en México desaconsejó viajar a Sinaloa.

Según informes de los medios, Guzmán fue llevado a una base militar en la Ciudad de México. El Departamento de Estado de los Estados Unidos puso una recompensa de cinco millones de dólares por su cabeza. Un tribunal de Washington lo acusó de contrabando de drogas en 2018.

Su padre, «El Chapo», fue uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo. El exjefe del cártel de Sinaloa contrabandeó toneladas de cocaína y heroína a los EE. UU. y ganó miles de millones con ello. También se dice que ha sido responsable de hasta 3.000 asesinatos. Escapó dos veces de prisiones de máxima seguridad en México. Tras su último arresto, fue extraditado a Estados Unidos y condenado a cadena perpetua.



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