La Corte Suprema de Corea del Sur confirmó una sentencia de prisión de 18 meses impuesta a un surcoreano que se negó a asistir al servicio militar después de ser reclutado (como informó el Korea Herald y fue descubierto por GamesRadar+). La duración de la sentencia es deliberada: 18 meses de servicio militar son obligatorios para todos los hombres surcoreanos sanos según la Ley de Servicio Militar. El hombre se había negado alegando que estaba «en contra de toda guerra y violencia», pero su castigo fue confirmado, al menos en parte, porque disfrutaba de PUBG: Battlegrounds.
El hombre fue acusado por primera vez en noviembre de 2018, cuando afirmó ser un objetor de conciencia que no se alistaría debido a su postura personal contra la violencia y la guerra. En Corea del Sur hay exenciones muy ocasionales para íconos culturales y atletas de élite, pero por lo demás hay poca tolerancia hacia aquellos que desean evitar el reclutamiento, hasta el punto de que incluso megaestrellas globales como BTS están actualmente prestando su servicio.
En ese contexto, no sorprende especialmente que el tribunal tuviera poca simpatía por las afirmaciones del hombre de ser un objetor de conciencia. Pero lo que sorprende es la lógica que utiliza para llegar allí.
«El acusado no ha hecho ningún esfuerzo para difundir o hacer realidad lo que dice que es su creencia ideológica, como trabajar en una ONG relacionada con la lucha contra la violencia, la guerra o la paz», se lee en el veredicto del tribunal. Señaló además que tampoco había pruebas de tal comportamiento antes de que fuera reclutado. Pero aquí vamos:
«El acusado admitió que disfrutaba frecuentemente jugando al juego ‘Battlegrounds’, que consiste en matar personajes con armas de fuego en una realidad virtual», se lee en la sentencia. «El videojuego es diferente de la realidad. Pero el hecho de que el acusado, que dice que rechaza el servicio militar basándose en su oposición personal a la violencia y la guerra, disfrute de ese juego hace que el tribunal se cuestione si su objeción de conciencia es auténtica».
Hubo otros factores citados por el tribunal, incluido el hecho de que el hombre afirmó que el ejército ignora los derechos humanos y emite «órdenes injustas desenfrenadas» a sus tropas. Dijo que ninguna de estas cuestiones era intrínseca al entrenamiento militar y que las circunstancias variaban según el servicio y la época en la que sirvió un individuo.
Supongo que el tribunal al menos admite que los juegos son diferentes de la realidad, pero aun así parece una línea demasiado recta entre el disfrute de la violencia en el entretenimiento y la voluntad de cometer violencia real. Es perfectamente posible ser objetor de conciencia e interesado en la historia y la naturaleza de la guerra.