Una decisión muy estratégica preparó a las Tortugas Ninja mutantes adolescentes para el éxito


El surgimiento de las «Tortugas Ninja Adolescentes Mutantes» es una notable historia de desvalidos. Los reptiles que usan pañuelos fueron una creación de Kevin Eastman y Peter Laird, que comenzaron en 1983 con un simple boceto de una tortuga empuñando un nunchaku. Su cómic comenzó como una broma, pero a ambos les gustó el concepto y lo convirtieron en un cómic que parodiaba los tropos de los superhéroes.

El dúo formó su propia compañía en la sala de estar de Laird, llamada Mirage Studios. Reunieron suficiente dinero para una tirada inicial de 3000 copias y usaron sus últimos dólares para colocar un anuncio en una revista de la industria del cómic. Cada copia se vendió en cuestión de semanas, lo que dio inicio a una franquicia que daría lugar a una tirada de cómics de 30 años y todas las adaptaciones y productos que acompañarían a la bola de nieve y al interminable fandom.

El pináculo fue el largometraje de 1990 que se convirtió en la película independiente más exitosa jamás realizada en ese momento. Varios estudios importantes rechazaron el concepto porque, aparte de «Batman», las adaptaciones de cómics se consideraban veneno de taquilla, gracias a personajes como «Howard the Duck». El prometedor estudio independiente New Line Cinema acertó sabiamente y se hizo historia.

En cuanto a la película en sí, si era buena o no era casi irrelevante. Dirigida directamente a su público objetivo joven, fue una rutina que complació al público mucho mejor que la competencia, brindando a los fanáticos todo lo que necesitaban con mucha acción, pizza y bromas. La mejor parte fue el diseño Turtle de Creature Shop de Jim Henson, aún mucho más atractivo que las inquietantes iteraciones generadas por computadora en el reinicio sin encanto de 2014.



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