Al menos cuatro personas resultaron gravemente heridas en un ataque con arma blanca en un gimnasio en la ciudad de Duisburg, en el oeste de Alemania, dijo la policía el martes por la noche.
No se anunciaron arrestos y la agencia de noticias alemana dpa dijo que la policía estaba buscando a un sospechoso. El motivo del ataque no quedó claro de inmediato.
El incidente ocurrió en la ciudad vieja de Duisburg y la policía pidió a los residentes que se quedaran en sus casas y evitaran el área. Dijeron que una gran cantidad de oficiales estaban en la escena del ataque, justo enfrente del ayuntamiento.
Tres personas se encontraban en condición de peligro para la vida y una persona resultó herida de menor gravedad, tuiteó la policía de Duisburg.
“Según información actual, una persona ha lesionado a otras personas con un objeto” en un gimnasio, tuitearon anteriormente.
La policía dijo que en el ataque se usó un “arma punzante o cortante”, pero no dio más detalles.
El atacante parecía estar todavía suelto, informó dpa.
“No ha habido ningún arresto”, dijo la policía a dpa, y agregó que se estaba buscando al atacante. Los investigadores también dijeron que era demasiado pronto para hablar sobre un posible motivo detrás del ataque.
Varias víctimas fueron trasladadas a un hospital, mientras los investigadores registraban el gimnasio, informó dpa. Varios testigos del ataque, algunos todavía con sus bolsas deportivas, fueron llevados a un restaurante cercano para que la policía pudiera interrogarlos.
Los helicópteros sobrevolaban el gimnasio y se trajeron psicólogos para ayudar a los testigos conmocionados.
La policía dijo que recibió las primeras llamadas de emergencia alrededor de las 5:40 p.m. hora local.
Duisburg tiene alrededor de 500.000 habitantes y está ubicada en el cruce de los ríos Rin y Ruhr. Solía ser famoso por su extracción de carbón y producción de acero, pero en las últimas décadas ha estado plagado de un alto desempleo y pobreza.
El presidente del parlamento alemán, Baerbel Bas, de Duisburg, expresó su consternación por el ataque.
«Horrible. Mis pensamientos están con los heridos”, tuiteó Bas. “Espero que los servicios de emergencia pronto puedan aclarar la amenazante situación”.
El mes pasado, un hombre armado irrumpió en un servicio en su antiguo salón de Testigos de Jehová en la ciudad de Hamburgo, en el norte de Alemania, y mató a seis personas antes de quitarse la vida después de que llegó la policía.