El austriaco fue un jugador de slalom durante mucho tiempo y llamó la atención por sus extravagancias fuera de las pistas. Ahora Manuel Feller está más tranquilo y estable. En Wengen consiguió su tercer triunfo este invierno.
El hecho de que Manuel Feller sepa esquiar se hizo evidente desde el principio para cualquier profano. Se lanzaba a gran ritmo sobre los postes de slalom, pero con demasiada frecuencia sus pies parecían ser más rápidos que su cabeza. Feller exageró el ataque, avanzó, se escabulló y fue eliminado. Para el público fue una atracción, pero también una prueba de nervios.