¿Y si la huelga de los recolectores de basura en París hiciera posible ir a cero residuos?


Después de más de una semana de huelgadurante el cual los residuos se acumulan en las aceras de la capital, los recolectores de basura son objeto de un pedido de requisar. El jefe de policía de París lo anunció el miércoles por la noche. Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, no quiso saber nada del tema pero los recolectores de basura deberán retomar labores este jueves para limpiar las calles de la capital. Exigencias justificadas por razones de salud y seguridad pública cuando cerca de 8.000 toneladas de basura se han amontonado en las calles de París. Hay que decir que un francés produce casi un kilo y medio de residuos al día.

Compra a granel

Los botes de basura se acumulan rápidamente, pero esta huelga también puede ser una oportunidad para aprender sobre cero desperdicio, que se ha convertido en una forma de vida para algunos. Semillas y almidón almacenados en frascos de vidrio, detergente en polvo y jabón almacenados en contenedores reutilizables. Gabrielle es de las que cazan envases. «Trato de comprar tantas cosas como sea posible al por mayor. También es satisfactorio decirnos a nosotros mismos que no hemos consumido plástico con nuestra bebida durante la semana», admite.

Con un mini cubo de basura, Hervé y Teddy tampoco contribuyen a la contaminación de las calles. “También empezamos a hacer yogures y pan, así que es verdad que reducimos, reducimos, reducimos”, explica el primero. “La papelera de clasificación ha disminuido en tres cuartas partes”, añade el segundo.

«Esta huelga de recolectores de basura pone claramente de manifiesto la inutilidad de todos estos residuos»

Entusiastas del residuo cero que compran en esta tienda de comestibles donde todos los productos se venden sin embalaje. “Esta huelga de recolectores de basura pone claramente de manifiesto la inutilidad de todos estos residuos. Aquí, puedes llenar tus propios contenedores, o trabajas con el depósito”, detalla Jennifer, cofundadora de Les Gleaners, en París. “Usted consume el producto que está en el envase que compramos, nos lo trae, le devolvemos una parte y luego le devolvemos el envase al productor, él lo limpia y lo reutiliza”. Una práctica que aún está poco desarrollada.

En diez años, Francia no ha logrado reducir su cantidad de residuos. Una disminución de sólo el 0,9% con respecto a 2010, cuando el objetivo era -10%.



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