Aire acondicionado o ventanas abiertas: ¿qué método se debe favorecer en el coche para consumir menos combustible?


Este es el eterno debate en las carreteras de Francia. Cuando hace mucho calor, ¿debe conducir con todas las ventanillas abiertas o confiar en el aire acondicionado? Si los dos métodos permiten enfriar el vehículo, la cuestión del consumo excesivo de combustible debe pesar en esta elección mientras la factura es cada vez más alta en la bomba.

La cuestión divide a los automovilistas y los largos viajes vinculados a las vacaciones no ayudan a los debates. Mientras las temperaturas siguen siendo abrasadoras y los precios en surtidor lastran los presupuestos, ¿preferimos bajar las ventanillas o encender el aire acondicionado? Si muchos prefieren poder poner el codo en la puerta, la respuesta se guía principalmente por la respuesta a esta pregunta: ¿qué solución consume menos combustible?

Porque en ambos casos, ten en cuenta que refrescar el habitáculo para hacerlo más llevadero implica un consumo excesivo de combustible. En el caso de las ventanillas abiertas, el método viene a “romper” la aerodinámica del vehículo, mientras que la elección del aire acondicionado solicita el sistema de refrigeración interior que también aprovechará indirectamente su depósito.

Según Ademe (Agencia para la Transición Ecológica), para un vehículo medio, circular con las ventanillas abiertas a una velocidad de 100 km/h supone un sobreconsumo del orden del 4% e incluso del 5 al 6% a 130 km/h en autopista. Pero el mismo experimento realizado con las ventanillas cerradas y el aire acondicionado activo también conduce a un sobreconsumo del 5 al 6%. Una cifra también corroborada por periodistas de France 2 que habían realizado el mismo experimento en 2015 y avanzaban un resultado en torno al 6% a bordo de un coche urbano.

Baje las ventanillas en la ciudad y en los atascos de tráfico

Por lo tanto, no hay ninguna ventaja real cuando se conduce por carretera. Sin embargo, es diferente en la ciudad y en los atascos de tráfico. Condiciones que implican conducir a bajas velocidades. Bajar las ventanillas pesa aquí menos en el consumo ya que la aerodinámica del vehículo es menos importante, a diferencia del aire acondicionado que en este caso puede suponer un aumento del consumo de hasta un 25%, es decir, casi 2 litros/100 km según Ademe.

Además, cuando te subes a un vehículo aparcado con luz solar directa, es mejor abrir primero todas las ventanillas para evacuar el aire caliente. Así que maneje por unos minutos así antes de cerrar las ventanas y encender el aire acondicionado. “Usar el control de recirculación regularmente con tiempo muy caluroso (sin abusar de él para no degradar la calidad del aire interior) para recuperar el aire fresco del habitáculo y así reducir la energía consumida”, aconseja la Ademe.



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