Alerta de dengue en Francia, a raíz del mosquito tigre


El olor acre cae lentamente, pero se agarra a la garganta. Afortunadamente, a esta hora, no molesta a mucha gente. Son las 5:45 horas del martes 20 de septiembre y la recogida del Acuerdo Interdepartamental para el Control de Mosquitos (EID) inicia su lento circuito por las calles de La Gaude (Alpes-Maritimes). Luces intermitentes, el rugido del compresor: la procesión sacude la tranquilidad de una noche desierta en este pueblo del interior de Niza. La caza de mosquitos tigre está en marcha. Primero las carreteras principales, luego las carreteras secundarias. El líquido nebulizado brota en espesas ondas y dibuja remolinos a la luz de las farolas. El viento, ligero esta mañana, los mueve hacia los setos, los jardines y los espacios verdes que bordean las pistas. Las gotitas de deltametrina se depositan en cualquier superficie que encuentren. Es este pesticida de la familia de los piretroides el que aclara la garganta.

Entre las 5 y las 8 de la mañana, un automóvil EID equipado con un generador de niebla fría cruza las calles de La Gaude (Alpes-Maritimes), el 20 de septiembre de 2022.
Marc Raselli y Ali Abdelkadous, operadores de EID, utilizan un nebulizador térmico en una casa particular, en La Gaude (Alpes-Maritimes), el 20 de septiembre de 2022.

«Es un insecticida, no agua del grifo…», reconoce Grégory L’Ambert, responsable de la EID de la lucha preventiva contra Aedes albopictus, el nombre científico del mosquito tigre. “Pero al tratar entre las 4 y las 8 de la mañana, con un producto que se degrada rápidamente por efecto del calor y el sol, evitamos molestar demasiado a la población, pero también afectar a otras especies, y en particular a los polinizadores», asegura este médico entomólogo de 40 años. Con base habitual en Montpellier, navega en este sector de los Alpes Marítimos desde principios de septiembre. En el corazón de un triángulo de unos pocos kilómetros cuadrados, formado por los municipios limítrofes de Saint-Jeannet, Gattières y La Gaude, se está desarrollando actualmente el mayor brote de dengue autóctono jamás visto en la Francia metropolitana. Treinta y un casos registrados oficialmente por la agencia regional de salud (ARS) de Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA) hasta el 21 de septiembre. Casi una docena en proceso de confirmación. “No tiene precedentes… Al final, corremos el riesgo de llegar a los cincuenta casos”, preocupa Grégory L’Ambert, viendo salir el sol sobre La Gaude.

Inédito. En nota de prensa publicada el miércoles 21 de septiembre, el cuadro elaborado por la agencia francesa de salud pública (SPF) no dice nada más. Los 31 casos listados oficialmente en el foco de los Alpes Marítimos explotan bien los contadores. Hasta ahora, el máximo se había alcanzado en Nimes, en 2015, con ocho personas contagiadas. Ampliar el enfoque lleva a la misma observación: en toda Francia, ya se han registrado cuarenta y siete casos de dengue autóctono este verano, repartidos en cinco brotes, donde el pico alcanzó los catorce casos en 2020. “Más allá del número de casos, este año 2022 se caracteriza por la extensión del riesgo en el territorio metropolitano con la aparición de rebrotes en departamentos hasta ahora ilesos: Pyrénées-Orientales, Hautes-Pyrénées y Haute-Garonneinsiste SPF. Anteriormente, los casos se habían producido principalmente en el Var, los Alpes Marítimos, el Hérault, el Gard. »

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