Argelia: llovió después de meses de sequía, causando grandes daños


Argelia está viendo retroceder el espectro del estrés hídrico. Entre finales de mayo y principios de junio, después de meses de sequía, por fin cayeron las lluvias. Pero la liberación tiene un sabor amargo: según el parte comunicado por Protección Civil, al menos ocho personas fallecieron a causa del mal tiempo. También se registraron importantes daños materiales, en particular en Tipaza, a unos sesenta kilómetros al oeste de Argel, donde ciento veintidós familias fueron reubicadas tras el derrumbe de sus viviendas.

«No es la lluvia lo que mata, sino las construcciones anárquicas cerca de las camas [des fleuves]la fragilidad de los edificios y la falta de concienciase desespera Amar, un cincuentón de Argel, funcionario de una empresa estatal. El mismo escenario se repite todos los años y, sin embargo, nunca estamos preparados. Nuestros desagües [les ouvertures le long des trottoirs servant à évacuer les eaux de ruissellement vers les égouts] siguen atascados como si no hubiéramos aprendido nada de los dramas anteriores. »

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En 2001, las inundaciones y aludes provocados por las lluvias torrenciales dejaron 781 muertos y un centenar de desaparecidos en Bab El-Oued, según cifras oficiales. Pero los desastres causados ​​por el exceso de lluvia ahora son menos preocupantes que la falta de agua. Según el think tank estadounidense World Resources Institute, Argelia es uno de los países del mundo más expuestos al estrés hídrico.

“Desde 2015, los inviernos y las primaveras han tenido muy poca lluvia en Argelia, con la excepción del período de noviembre de 2017 a abril de 2018, cuando las precipitaciones fueron superiores a la media. (…) Hemos acumulado déficits en los rellenos de suelos, acuíferos y embalses que han tenido una gran demanda tanto para riego como para abastecimiento de agua potable”recuerda Malek Abdesselam, doctor en hidrogeología y director del laboratorio de agua de la Universidad de Tizi-Ouzou, en una entrevista concedida en mayo al sitio de información TEA.

cortes de agua recurrentes

El problema es tal que las mezquitas del país habían sido convocadas, el sábado 29 de abril, por el ministerio de asuntos religiosos para realizar la oración de petición de lluvia (“salât al-istisqâ”). La misma petición ya se había hecho en octubre y diciembre de 2022.

Ante estas carencias, las autoridades apuestan por el desarrollo de plantas desaladoras de agua de mar, las fábricas ya están operativas y otras 6 entrarán en operación para 2030.

En 2021 también se introdujo un plan de abastecimiento de agua potable para racionar el uso de las reservas. Este dispositivo, que limita el uso del agua del grifo a unas pocas horas al día, preocupa a la capital y sus alrededores. Pero otras wilayas (prefecturas) se han visto afectadas por recortes recurrentes.

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Tras las lluvias de finales de mayo, la ministra de Hidráulica e Infraestructura, Taha Derbal, aseguró al Consejo de Ministros que el ritmo de llenado de 29 presas -de las 81 que hay en el país- había aumentado en 17 wilayas. Sin aportar más detalles, una nota de prensa emitida tras el Ayuntamiento también mencionaba la subida del nivel freático en determinadas zonas del interior tras las últimas lluvias.

“A pesar del daño, debemos estar agradecidos”dice un taxista de Argel, regañando a un cliente que se queja del mal tiempo. “Esperamos que el plan de abastecimiento se levante o al menos se aligere. Hoy, el agua corre por mi grifo una vez cada dos días. Espero que ese no sea el caso este verano»., él añade. Debido a la ola de calor, el consumo aumenta entre julio y agosto. “Pero con este plan de racionamiento no podemos ni nadar libremente porque tenemos miedo de no encontrar agua cuando volvamos de la playa”Plague Selma, residente del distrito de Caroubier.



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