El 1 de mayo de 2024 se cumple el trigésimo aniversario de uno de los días más tristes de la historia del deporte brasileño: la trágica muerte de Ayrton Senna, tres veces campeón de Fórmula 1, con sólo 34 años. Ese día, millones de espectadores vieron, en directo por televisión, cómo el Williams Renault de su ídolo chocaba contra un muro en la curva Tamburello del circuito de Fórmula 1 de San Marino, en Imola (Italia). La muerte del piloto que entonces lideraba la carrera se declaró cuatro horas más tarde; el día anterior, durante la clasificación, el austriaco Roland Ratzenberger también había perdido la vida tras abandonar la pista.
La noticia conmociona a Brasil. Su cuerpo, repatriado cuatro días después a Sao Paulo, tardó tres horas en llegar a la Asamblea Nacional, donde estaba prevista una vigilia fúnebre en su honor: cientos de miles de personas entre lágrimas, equipadas con banderas, flores y fotografías sostenían el ataúd para despedirse. a su “campeón eterno”.
Aún hoy, el recuerdo de este desastroso episodio sigue vivo. En Sao Paulo se organizaron en su homenaje carreras a pie de 5, 10 o 21 kilómetros en el circuito de Interlagos, donde el piloto dio sus primeras vueltas. También se inaugurará en Río de Janeiro una exposición sobre su viaje, “Eu, Ayrton Senna da Silva – 30 años”, narrada por la voz del piloto recreada con inteligencia artificial. Otro acontecimiento muy esperado: la plataforma de vídeo bajo demanda Netflix anunció la emisión, durante el año, de una miniserie biográfica sobre el campeón.
“Conduzco para ganar”
Nacido el 21 de marzo de 1960 en Sao Paulo en el seno de una familia adinerada, Ayrton Senna tuvo una carrera excepcional, nunca igualada en su país. Después de iniciarse en las pistas de karting, debutó en la Fórmula 1 durante el Gran Premio de Brasil de 1984 en un modesto coche Toleman. Rápidamente, su talento, su determinación y su gusto por el riesgo le permitieron hacer historia: en sólo diez años, se coronó tres veces campeón del mundo, 1988, 1990 y 1991, en el equipo McLaren, y consiguió 41 victorias, 65 poles y 80 podios en 161 Grandes Premios disputados.
“Ayrton Senna siempre buscó la perfección”recuerda Giovanni Guerra, presidente de la Confederación Brasileña del Automovilismo, quien lo conoció. Se entrenó bajo la lluvia para dominar las curvas y no dudó en pisar el acelerador desafiando todos los límites de lo posible. Rápidamente se ganó el apodo de “Magic Senna”: “Siempre buscaba la mejor vuelta: sus victorias no fueron sólo victorias, sino grandes victorias.s ! »
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