Joe Biden, ante una importante huelga en el sector del automóvil, y el presidente brasileño Lula, ex sindicalista, lanzaron el miércoles una «asociación en favor de los derechos de los trabajadores», anunció el presidente estadounidense. «Las dos democracias más grandes de América del Norte y del Sur están defendiendo los derechos humanos. Esto incluye los derechos de los trabajadores y estoy orgulloso de la asociación por los derechos de los trabajadores que lanzaremos», afirmó. Joe Biden durante una entrevista con su homólogo brasileño. Reiteró que creía que el trabajo era una cuestión de “dignidad, de autoestima”.
“Vi desempleo”
«Trabajé 27 años en la fábrica. Vi el desempleo. Experimenté el desempleo», dijo Lula al inicio de esta entrevista en un hotel de Nueva York, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas. «Creo que la relación entre Estados Unidos y Brasil mejorará aún más y que podremos comportarnos como amigos con objetivos comunes: desarrollo y una vida mejor para todos», añadió. Al igual que el clima, el derecho laboral es «otro ámbito en el que existe una cierta afinidad (…) entre nuestros dos presidentes», afirmó un alto funcionario del ejecutivo estadounidense, que pidió el anonimato, en un intercambio con la prensa.
«Estamos aprovechando esta oportunidad de tener dos presidentes que están excepcionalmente bien alineados en su concepción de una economía al servicio de los trabajadores», añadió otro alto funcionario estadounidense. Según ella, esta asociación no vinculante debería permitir abordar algunas «cuestiones clave», como el trabajo forzoso y el trabajo infantil, la responsabilidad de los inversores y la discriminación en el trabajo. El alto funcionario indicó que esta iniciativa pretendía extenderse a otros países. La relación entre Estados Unidos y Brasil se ha mejorado significativamente desde el regreso al poder de Lula, quien sucedió al presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.
El anuncio de la asociación sobre los derechos de los trabajadores tiene también una dimensión política interna para el presidente estadounidense, candidato a un segundo mandato. Joe Biden, que se presenta como un ferviente partidario de los sindicatos, se enfrenta a una huelga sin precedentes que afecta a los tres principales fabricantes de automóviles estadounidenses. Abogó por un “reparto justo” de los “beneficios récord” de estos grupos. El miércoles en Nueva York, según la Casa Blanca, optó por llevar una corbata roja en señal de solidaridad con los huelguistas.