Hoy, Roman disparó armas nucleares contra el imperio de su padre, entonces, ¿por qué está tan alto en el ranking de poder de la semana? Bueno, porque él fue quien quiso presionar el botón en primer lugar, y no lo van a culpar por hacerlo.
El hijo menor de Roy ha estado implosionando toda esta temporada, desde sus despidos desenfrenados hasta su diatriba alimentada por el dolor contra Lukas. Pero en la noche de las elecciones, Roman vuelve al negocio. Mantiene la cabeza fría, convence a Tom y Kendall para que hagan lo que le piden en todo momento y sale victorioso en la pelea con Shiv al final de la noche. Él la llama histérica y convence a Kendall, a veces liberal, de su lado de una vez por todas, asegurando la elección de su candidato por cualquier medio necesario.
No se sabe qué camino tomarán los tribunales en esto, ya que no hay precedentes en la ley estatal de Wisconsin o en los tribunales estatales o federales. Teniendo en cuenta que las votaciones repetidas son muy raras, la llamada de Roman no es totalmente loca, a pesar de lo que dice Matsson. Tiene razón en que retrasar una decisión podría haber enfurecido a su base en una noche en que los índices de audiencia eran extremadamente cruciales, mucho más cruciales para Roman que mantener unida la estructura de la democracia de su nación.
Como él dice, «Creamos una noche de buena televisión. Eso es todo lo que hicimos. No pasa nada». En el mundo de Roman, él es el claro ganador de la noche, y se salió con las manos limpias: fue la cara de Tom la que se proyectó en todo PGN, no la suya. A veces vale la pena comprar las redes de noticias en ambos lados del pasillo, ¿eh?