Con cautela, un tanque Leclerc avanza por una calle estrecha. Su misión: recuperar el centro de la ciudad de Jeoffrécourt (Aisne), donde los soldados enemigos se han refugiado durante varios días. Pero apenas llegado a la plaza del ayuntamiento, el tanque más poderoso del ejército francés es atacado por un tanque enemigo, bien escondido bajo un porche; en cuestión de minutos, el AMX-30 destruyó dos Leclercs y un vehículo blindado de combate de infantería que lo acompañaba. «Los muchachos se apresuraron un poco, deberían haber disparado humo para ocultar su progreso o enviar exploradores»replica un instructor encargado de arbitrar estos duelos realizados con cartuchos de fogueo, recordando que«En las zonas urbanas, gana el que pulsa el botón más rápido».
Lanzado en febrero por el ejército francés, el ejercicio “Orión” entró en su fase terrestre más intensa a mediados de abril. Durante tres semanas, unos 12.000 hombres, incluidos 9.000 combatientes, apoyados por 2.600 vehículos, incluidos 400 vehículos blindados, se enfrentaron en las llanuras del Grand-Est, desde Besançon hasta Amiens, en un área de 400 km por 250 km.
«Este es el ejercicio militar más importante realizado por Francia en treinta años, asegura el general Emmanuel Gaulin, comandante del cuerpo de reacción rápida-Francia, a quien se le encomendó la maniobra. Nuestro objetivo es demostrar que somos una nación que tiene la capacidad de oponerse a un oponente igual en una operación de alta intensidad. » El final del ejercicio, cuyo coste se estimó en 35 millones de euros en un informe parlamentario publicado en febrero, está previsto para el viernes 5 de mayo.
Aunque los militares lo nieguen, recordando que la planificación de “Orión” comenzó en 2021, el escenario del ejercicio recuerda a la guerra en curso en Ucrania: pedido de ayuda por parte de un estado llamado “Arnland”, que acaba de ser invadido por su vecino, «Mercury», las fuerzas francesas, aliadas con las británicas, belgas, estadounidenses, españolas y griegas, deben detener el avance de las tropas enemigas e infligir tales pérdidas que no le queda más remedio que comerciar.
Aunque parte de las operaciones se simulan por ordenador, es la primera vez desde el ejercicio «Kecker Spatz», realizado en 1987, que se realizan maniobras de tal envergadura en terreno abierto, es decir, entre civiles, fuera de los habituales campos de entrenamiento. .
Cíñete a la realidad estratégica del momento
Aunque las bajas eran evidentemente virtuales -todas las tropas disparaban munición de entrenamiento y estaban equipadas con balizas para saber si eran alcanzados-, algunos enfrentamientos fueron violentos, y el enemigo mercuriano les hizo la vida difícil a las fuerzas aliadas. Contrariamente a los ejercicios habituales de las tropas francesas, los eventos no estaban predeterminados en “Orion” y la fuerza contraria podía tomar iniciativas. “Agregaba incertidumbre, porque nadie sabía de antemano la maniobra del otro. Todos fueron obligados a trabajar”aprecia el general Thierry Prunière, que dirigió la fuerza opositora.
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