Si «El exorcista del Papa» es realmente bueno o no es un tema de debate. En su tibia reseña de la película, Chris Evangelista de /Film escribió: «Nunca aterradora, totalmente derivada y afortunadamente corta, vale la pena ver ‘El exorcista del Papa’ sólo para Crowe y Crowe». La estrafalaria trama, el título y los detalles de la película compensaron lo que le faltaba en calidad: Crowe interpretó al verdadero exorcista personal del Papa, un hombre llamado Padre Gabriele Amorth, quien en la película investiga una posesión en España a finales de los años 80. Como la mayoría de las películas sobre posesión, grandes partes de la película claramente toman prestado del clásico de William Friedkin «El exorcista», que hizo tanto para establecer una fuerte mitología en torno al exorcismo como la propia Iglesia.
Sin embargo, hay algunos detalles tontos que hacen que «El exorcista del Papa» sea divertido, desde el acento italiano de Crowe hasta su scooter eléctrico y un clímax que propone un universo al estilo del «Código Da Vinci» lleno de demonios infiltrados y reliquias sagradas ocultas. Es el scooter, de todas las cosas, a lo que los fanáticos se han aferrado, hasta el punto de que esta no es la primera vez que Katz lo menciona. Inmediatamente después del estreno de la película, el productor medio bromeó en Twitter diciendo que «Si tuviéramos la suerte de hacer una segunda película de #ThePopesExorcist, es justo decir que probablemente consideraríamos hacer una escena de persecución con Amorth en el scooter, al estilo ‘Jurassic Park’. Si el presupuesto lo permite, eso es una obviedad».
No podemos esperar a verlo.