El Papa Francisco presidirá la misa en la Plaza de San Pedro el domingo cuando dé inicio a los eventos que conducen a la Pascua, solo un día después de salir del hospital luego de un brote de bronquitis.
El ingreso del hombre de 86 años al hospital el miércoles con dificultades respiratorias generó preocupaciones de que no esté lo suficientemente bien como para asistir a una serie de ritos en lo que es la semana más importante en el calendario cristiano.
Pero cuando Francisco salió sonriente del hospital Gemelli de Roma el sábado después de una estadía de tres noches, les dijo a los simpatizantes que presidiría una ceremonia del Domingo de Ramos, a la que seguirá la oración del Ángelus.
Aunque su voz era débil a veces, cuando se le preguntó cómo se sentía, el Papa bromeó dos veces: «¡Todavía estoy vivo!».
El Domingo de Ramos marca la llegada de Jesús a Jerusalén antes de su crucifixión. El domingo de Pascua, el 12 de abril, se celebra su resurrección de entre los muertos.
El jefe de los 1.300 millones de católicos del mundo ha sufrido problemas de salud cada vez mayores en los últimos años, incluidos problemas en las rodillas que lo han obligado a usar una silla de ruedas y un bastón.
Durante las misas del Domingo de Ramos y de Pascua, se espera que Francisco permanezca sentado mientras un cardenal dirige la ceremonia en el altar.
El Vaticano dijo que este fue un arreglo adoptado antes de la última enfermedad del Papa, ya que ya no puede estar de pie por largos períodos.
Francisco se sintió mal el miércoles después de una audiencia general en la Plaza de San Pedro, pero su condición mejoró después de que le administraron antibióticos.
La hospitalización fue la segunda desde 2021, cuando se sometió a una cirugía de colon, también en Gemelli.
Sus crecientes problemas de salud durante el último año han provocado una preocupación generalizada, incluida la especulación de que podría optar por retirarse en lugar de permanecer en el trabajo de por vida.
Francisco cumplió 10 años como líder de la Iglesia católica mundial a principios de este mes.
Ha impulsado importantes reformas de gobierno y buscado forjar una Iglesia más abierta y compasiva, aunque ha enfrentado oposición interna, particularmente de los conservadores.
Ha dicho en repetidas ocasiones que consideraría renunciar si su salud le fallara, pero dijo el mes pasado que, por ahora, no tiene planes de renunciar.
La estancia anterior de Francis en Gemelli en julio de 2021 duró 10 días. Ingresó luego de sufrir un tipo de diverticulitis, una inflamación de las bolsas que se desarrollan en el revestimiento del intestino, que requirió cirugía.
En una entrevista en enero, el Papa dijo que la diverticulitis había regresado.
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