El presidente egipcio Al Sisi quiere gobernar hasta 2030


Abdelfatah al-Sisi quiere asegurarse un tercer mandato como jefe de Estado egipcio. Llegó al poder mediante un golpe militar en 2013.

Los partidarios de Al-Sisi aplauden frente a una pancarta presidencial durante una marcha en El Cairo.

Amr Nabil / AP

(dpa) El autoritario jefe de Estado de Egipto, Abdelfatah al-Sisi, quiere asegurarse un tercer mandato en las elecciones presidenciales de diciembre. Así lo anunció el ex general de 68 años el lunes por la noche en un discurso retransmitido por televisión. Los canales progubernamentales mostraron imágenes de multitudes vitoreando tras su discurso en las pantallas de las ciudades egipcias. El país más poblado del norte de África sufre una grave crisis económica, una inflación récord y una drástica caída del valor de la moneda nacional.

Al-Sisi llegó al poder en 2013 después de un golpe militar y desde entonces ha gobernado Egipto con mano dura. Se espera que las autoridades electorales vuelvan a declararlo ganador de la votación por un amplio margen. Sólo gracias a un cambio constitucional en 2019 se le permitió presentarse a un tercer mandato, que también se amplió de cuatro a seis años, es decir, que duraría hasta 2030.

Activistas de derechos humanos denuncian que las libertades civiles, ya restringidas desde hace mucho tiempo en Egipto, han vuelto a verse restringidas bajo el gobierno de Al Sisi. Los críticos del gobierno son perseguidos con métodos drásticos y temen detenciones arbitrarias y cosas peores.

Egipto tiene alrededor de 105 millones de habitantes, de los cuales 65 millones tienen derecho a votar, según informes de los medios de comunicación. Muchos de ellos están sufriendo fuertes aumentos de precios y duras medidas de austeridad gubernamentales. Según cifras oficiales, alrededor de un tercio de la población vive en la pobreza; el número de casos no denunciados probablemente sea significativamente mayor.

En las últimas elecciones de 2018, Al-Sisi se postuló contra un solo oponente -un autoproclamado partidario del presidente- y luego fue reelegido con un 97 por ciento oficial de los votos. Los críticos hablaron de una “farsa”.



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