Emmanuel Macron denuncia ante los alcaldes una descentralización “loca”


Esperaron mucho tiempo, de pie, el discurso del Presidente de la República, con tres cuartos de hora de retraso. Pero, en general, no quedaron decepcionados. Al dar la bienvenida «más de mil» alcaldes en el Elíseo, el miércoles 22 de noviembre, mientras la Asociación de Alcaldes de Francia (AMF) celebra hasta el jueves una conferencia en París, Emmanuel Macron abrió perspectivas sobre todos los temas que exasperan a los electos municipales.

Como era de esperar, la descentralización estuvo en el centro de su discurso. Incluso si no volviera a la delicada cuestión de reducir el número de «Estratos»uno de los objetivos fijados por el ex ministro Eric Woerth, diputado (Renacimiento) por Oise, encargado de la cuestión.

Por otro lado, prometedor “Descentralización real y audaz”una vez más criticó el sistema actual, que funciona “culo por encima de la cabeza”. “Nadie tiene claro quién hace qué”se lamentó. “Compartir habilidades no funciona”afirmó, prometiendo “desenredar las cosas” : “reclarificar responsabilidades, detrás de las cuales ponemos habilidades y financiación”.

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Así, los departamentos asumen la asistencia social, pero sus recursos dependen del mercado inmobiliario, con impuestos de transferencia para su pago: “No tiene nada que ver con el gasto social”, El lo notó. Y si gestionan renta activa solidaria, es “una habilidad de la que no tienen ninguna responsabilidad”. Al mismo tiempo, ¿es razonable que políticas como la de vivienda se sigan definiendo en París?

Devolver el poder a los prefectos

Como corolario, inauguró el tan esperado proyecto de“una revisión de la DGF”. Esta subvención global de funcionamiento (27 mil millones de euros) la asigna el Estado a municipios, intermunicipios y departamentos. Se basa en criterios de población, riqueza, recursos y gastos, pero según un cálculo opaco. El jefe de Estado anunció “un sistema más justo, más claro y más predecible”.

También se comprometió a simplificar las reglas para permitir que los funcionarios electos actúen, reconociendo al mismo tiempo que “es una revolución metodológica y cultural”. “Tan pronto como tengamos un problema”señaló, el Estado tiene el reflejo de “crear un ministerio, lo que a veces he hecho”cualquiera “hacer una ley sobre el tema”. Propuso dos ideas: por un lado, devolver a los prefectos el poder sobre todos los servicios y agencias estatales; por otra parte, abrir la posibilidad de establecer excepciones a las normas nacionales. Y esto va acompañado de una reflexión sobre la responsabilidad penal de los tomadores de decisiones públicas, que ha “iniciativa inhibida y complicada la ley”.

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