Escudo arancelario, fiscalidad, comunidades… Estos puntos calientes del presupuesto de 2023


Nuevos términos del «escudo arancelario», créditos asignados a las autoridades locales o superganancias: prometen varios elementos del proyecto de presupuesto para 2023 animadas discusiones en el Parlamento entre la oposición y el gobierno. El aumento de las facturas de electricidad y gas a principios de 2023 se limitará al 15%, anunció la primera ministra Elisabeth Borne a mediados de septiembre. Un esfuerzo financiero de 45.000 millones de euros brutos para el Estado en 2023, que sin embargo podría no ser suficiente a ojos de la oposición.

«Habrá mucho debate sobre el alcance de este escudo arancelario, en particular por parte de los Nupes (rebeldes, comunistas, socialistas y ecologistas), que querrán inflar las ayudas», anticipa Lisa Thomas-Darbois, pública especialista en finanzas del Instituto Montaigne.

El enfrentamiento presupuestario entre Nupes y el gobierno, que necesita unos cuarenta votos de la oposición para alcanzar la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, ya comenzó. Durante una audiencia con Bruno Le Maire, la diputada de LFI Aurélie Trouvou enfatizó la semana pasada que el límite del 15% en el aumento de las facturas de energía solo afectaría al «70% de los hogares». El 30% restante «pasa por proveedores alternativos [de gaz et d’électricité] y sufrirá aún más la explosión de los precios”, advirtió el funcionario electo de Seine-Saint-Denis.

“Ser acusado de neoliberalismo cuando gastas decenas de miles de millones de euros para proteger a los franceses, no falta sal”, replicó el ministro de Economía.

Fiscalidad y superganancias

Enmiendas, «flash mission», referéndum de iniciativa compartida… Desde el verano se han multiplicado las iniciativas parlamentarias para intentar gravar con un impuesto los beneficios excepcionales de determinadas grandes empresas que se benefician de la subida de los precios de la energía (TotalEnergies y CMA CGM están particularmente en el punto de mira de los grupos de oposición).

Después de insinuar divisiones en este tema de las «superganancias», el gobierno ahora espera encontrar una solución a nivel europeo en lugar de nacional. Queda por convencer a los diputados opositores, en particular a los de Agrupación Nacional, «completamente histéricos sobre este tema» según un pilar de la mayoría en la Asamblea. El otro tema fiscal del momento es la eliminación de 4.000 millones de euros de CVAE (contribución sobre el valor añadido de las empresas) en 2023.

La rebaja de este impuesto a la producción, antes de su supresión total anunciada para 2024, disgusta tanto a las autoridades locales, privadas de palanca fiscal, como a la patronal, furiosa porque el ejecutivo ha desistido (por restricción presupuestaria) de suprimir el CVAE de una sola vez. En este contexto inflamable, la desgravación del impuesto de sucesiones, promesa de campaña de Emmanuel Macron, se ha pospuesto para los próximos años del quinquenio.

«No tenemos el dinero» en 2023, resume el relator general del presupuesto Jean-René Cazeneuve (Renacimiento).

Comunidades

La operación de remoción de minas está en pleno apogeo: desde hace varias semanas, los ministros Gabriel Attal (Cuentas Públicas), Christophe Béchu (Cohesión Territorial) y Caroline Cayeux (Comunidades Territoriales) reciben asociaciones de funcionarios electos locales. El objetivo es no revivir la desventura de este verano, donde varias enmiendas de apoyo a los entes locales habían inflado la factura del presupuesto rectificativo en unos cientos de millones de euros. «Va a ser un punto muy candente» en las discusiones presupuestarias, ya juzga Jean-René Cazeneuve.

Aprovechando sus congresos de septiembre, las asociaciones de cargos electos locales no dudaron en recordar alto y claro sus peticiones de apoyo económico. “Es urgente tomar medidas inmediatas ante la explosión de los precios de la energía y apoyar la transición ecológica de manera sostenida”, insiste la Asociación de pequeños pueblos de Francia. «Necesitamos (también) los medios para apoyar a nuestros agentes», cuyos salarios aumentaron un 3,5% el 1 de julio, agrega Murielle Fabre, secretaria general de la Asociación de Alcaldes de Francia.

“Tenemos que compensar a las autoridades locales”, concedió Bruno Le Maire la semana pasada. Pero «no podemos tratar a todas las comunidades de la misma manera», matizó enseguida, abriendo la puerta a la condicionalidad de las ayudas según el rigor de la gestión presupuestaria de cada comunidad.



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