Después de haber suplicado, durante casi nueve meses, a Bruselas un techo, en la Península Ibérica, del precio del gas que entra en el mix energético y sirve para fijar el precio de toda la electricidad producida, España celebra su victoria. Tras el preacuerdo dado el lunes 9 de mayo por la Comisión Europea, en una carta de cumplimiento, Madrid convocó un Consejo de Ministros extraordinario el viernes 13 de mayo con el fin de aprobar cuanto antes el complejo mecanismo legal que le permitirá limitar la tarifa por kilovatio/hora (kWh) a 50 euros de media durante doce meses. Portugal iba a hacer lo mismo con calma.
Los dos países se complacen en haber obtenido de Bruselas el reconocimiento de una «excepción ibérica»alegando que sus interconexiones con el resto de Europa, vía Francia, -el 2,8% de su capacidad energética- están muy lejos del 10% previsto para 2020 y del 15% recomendado por Bruselas para 2030, y que el peso de las renovables energías es particularmente notable.
«Isla de la Energía»
A finales de abril, los gobiernos de España y Portugal ya habían acogido con satisfacción el acuerdo de principio dado por la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager. «La Comisión Europea ha reconocido la excepcionalidad defendida por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno portugués, Antonio Costa», declaró entonces la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, al considerar que la Península Ibérica es “casi una isla energética, que no se beneficia del mercado interior de la electricidad por su bajo nivel de interconexiones”.
Sólo restaba fijar un mecanismo convincente, que no suponga una ayuda encubierta del Estado. Consistirá en compensar a las empresas gasistas, abonándoles la diferencia entre el coste del gas en el mercado y el techo fijado para el mix energético. Una cantidad que correrá a cargo tanto del resto de eléctricas, que han obtenido unos beneficios inesperados en los últimos meses gracias al precio récord del gas, como de los consumidores, que, a pesar de su aportación, podrían ver rebajada su factura en casi un 30% según las estimaciones del ministro español.
El aumento de los precios de la energía es el principal impulsor de la inflación récord en España, -9,8% en marzo, y otro 8,4% en abril
“Socializaremos los costos y beneficios, y tomaremos ganancias inesperadas del sistema, para asumir el costo del mecanismo y la reducción del precio de mercado”detalló el miércoles 11 de abril el ministro portugués de Medio Ambiente, Duarte Cordeiro, recordando que los productores de electricidad hidráulica «venden a un valor muy superior al costo de producción, porque venden al precio que marca el gas». Reconoció que «el efecto en España será mayor» que en Portugal.
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