Funcionarios de la UE y Estados Unidos están trabajando en un acuerdo que les daría a los fabricantes de automóviles europeos acceso equitativo al mercado estadounidense. Sin embargo, la UE se ha manifestado en contra de ciertos cambios en los créditos fiscales para vehículos eléctricos en los EE. UU., alegando que son «discriminatorios» contra los fabricantes europeos.
Las conversaciones se refieren a la Ley de Reducción de la Inflación recientemente establecida aprobada por la Administración Biden durante el verano, informa Reuters. La ley proporciona hasta $7500 en concesiones fiscales para vehículos eléctricos construidos en los EE. UU., según la procedencia de la batería utilizada en el vehículo. La mitad del crédito depende de que la batería del vehículo contenga al menos un 40 por ciento de partes y materiales provenientes de EE. UU. o de un país con un acuerdo de «libre comercio». La otra mitad del crédito solo está disponible para vehículos con batería ensamblada en EE. UU.
Las medidas incluidas en la ley tienen por objeto estimular la inversión en la industria nacional. Sin embargo, en el mercado global, tiene el efecto secundario de dejar fuera de juego a las empresas internacionales, obligándolas a competir en un campo de juego desigual. No está del todo al nivel de los impuestos y aranceles que alguna vez obstaculizaron el comercio internacional, pero les da a los fabricantes de automóviles estadounidenses una ventaja significativa de precios en el mercado.
En comparación, la UE permite a los estados miembros ofrecer incentivos a los vehículos eléctricos independientemente del país de origen. El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, señaló que esto ha sido de gran ayuda para los fabricantes de automóviles estadounidenses en los últimos años, y destacó que el Model Y de Tesla fue el automóvil más vendido en Alemania durante el mes.
«Eso no hubiera sido posible sin el subsidio no discriminatorio de la UE, mientras que los autos eléctricos de la UE no obtienen un subsidio similar en los EE. UU., que es una discriminación que queremos abordar», dijo durante una rueda de prensa.
Dombrovskis entablará conversaciones comerciales con representantes de EE. UU. a finales de esta semana e indicó que había una «disposición» por parte de EE. UU. para encontrar una solución. En el ámbito interno, la representante comercial de EE. UU., Katherine Tai, indicó que tenía «toda la confianza» en que se encontraría una solución. La esperanza es que los ajustes regulatorios puedan permitir que los fabricantes de automóviles de la UE participen en el esquema de crédito fiscal sin tener que enmendar la Ley de Reducción de la Inflación en el Congreso.
Si los fabricantes de automóviles de la UE pueden acceder al esquema de crédito fiscal, debería ayudar a impulsar aún más la adopción de EV con una gama más amplia de vehículos más asequibles en el mercado. Sin embargo, también puede diluir el efecto previsto de la Ley de Reducción de la Inflación, que aparentemente fue diseñada para impulsar los sectores de fabricación de baterías y vehículos nacionales. Sin embargo, dados los estrechos vínculos entre la UE y EE. UU., es probable que se llegue a un acuerdo para mantener contentos a los fabricantes de automóviles europeos.
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