Explicación del final de Talk To Me: Mi apretón de manos trae todas las almas al patio


«Háblame» comienza estableciendo las vidas de Mia (Sophie Wilde), su mejor amiga, Jade (Alexandra Jensen), el hermano menor de Jade, Riley (Joe Bird), y el novio de Jade, Daniel (Otis Dhanji). Los lazos entre estas personas se complican desde el principio: Mia se ha convertido esencialmente en una hermana de facto para Jade y Riley después de la trágica y prematura muerte de su madre, Rhea (Alexandria Steffensen), que ha causado que su padre, Max (Marcus Johnson) volverse distante. Daniel solía ser el novio de Mia (aunque por un breve tiempo), y la madre de Jade y Riley, Sue (Miranda Otto) se preocupa por Mia pero desconfía un poco de ella, dado el historial de consumo de drogas de la niña.

Ese último punto se convierte en la alegoría inicial de la película, ya que Mia, atraída por numerosas publicaciones en las redes sociales de fiestas recientes en las que se usa la misteriosa mano de cerámica, convence a Jade y a Riley, demasiado ansiosa, de asistir a una de estas fiestas, organizada por el los dueños actuales de la mano, Hayley (Zoe Terakes) y Joss (Chris Alosio). Es aquí donde se establecen las reglas del uso de la mano: el participante debe estar amarrado mientras agarra la mano, se debe encender una vela para «abrir la puerta» (y apagarla al final), la persona debe decir » háblame» para establecer contacto y luego decir «te dejo entrar» para que el alma habite su cuerpo. Sin embargo, esta posesión no debe durar más de 90 segundos, para que las almas no decidan que les gustaría quedarse en su nuevo caparazón.

Toda esta ceremonia establece el ritual similar a una sesión de espiritismo de la película, pero también se aplica a la metáfora del abuso de drogas o sustancias: hacer algo arriesgado a sabiendas con supuesta moderación. Efectivamente, la primera salida de Mia con la mano hace que vea el espíritu de una anciana empapada y embarrada a quien deja entrar por unos segundos de más.



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