Gabriel Boric, de 36 años, se convierte en el presidente más joven de Chile y sigue los pasos de Salvador Allende


A sus 36 años, Gabriel Boric se convirtió oficialmente en el presidente más joven en la historia de Chile, luego de una ceremonia de investidura marcada por un homenaje al expresidente Salvador Allende.

“Como predijo Salvador Allende hace casi cincuenta años, aquí estamos nuevamente, queridos compatriotas, abriendo grandes avenidas por donde transitarán hombres y mujeres libres para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! »lanzó el joven jefe de Estado al final de su discurso a la nación antes de la presidencia, en clara referencia al último discurso del expresidente socialista, pronunciado poco antes de su suicidio, el 11 de septiembre de 1973, desde este palacio de La Moneda entonces rodeada por las fuerzas golpistas del general Augusto Pinochet.

“No estaríamos aquí sin sus movilizaciones”también avanzó el exdirigente estudiantil, en particular en alusión a la revuelta social que sacudió el país en 2019, frente a una multitud de decenas de miles de personas eufóricas aglomeradas en la Plaza de la Constitución.

El primer día fue rico en gestos simbólicos. Durante la investidura para suceder a Sebastián Piñera (2010-2014, 2018-2022), Boric juró, según la tradición, respetar la Constitución “frente al pueblo chileno”pero añadiendo: “Todos los Pueblos de Chile”una referencia a los pueblos indígenas, en particular los mapuche.

A continuación prestaron juramento los 24 ministros de su Gobierno, de 42 años de media y compuesto mayoritariamente por mujeres (14 de 24), en particular en los cargos soberanos de Interior, Defensa o Asuntos Exteriores.

“La tumba del neoliberalismo”

Una veintena de dignatarios internacionales asistieron al doblaje del representante de una nueva generación de la política chilena, entre ellos los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; peruano, Pedro Castillo; el uruguayo, Luis Lacalle Pou; boliviano, Luis Arce; y el rey Felipe VI de España.

Al término del acto de investidura en la sede del Parlamento, en Valparaíso (150 km al noroeste de Santiago), de donde salió el nuevo presidente del brazo de su acompañante, la nueva primera dama, Irina Karamanos, Gabriel Boric abordó un coche descapotable conducido, por primera vez en el protocolo, por una mujer.

El exdirigente estudiantil, diputado desde 2014, que como es costumbre no usó corbata, ahora debe ir más allá de los símbolos y esforzarse por cumplir sus promesas y responder a la esperanza. se habia dicho a si mismo “Convencidos de que la gran mayoría de los chilenos demandan cambios estructurales”.

Heredero político de la revuelta de 2019, el presidente, elegido en diciembre al frente de una coalición de izquierda, debe encontrar respuestas a las demandas de transformación de los sistemas de salud, educación y pensiones, así como a las demandas de reducción de desigualdades

Según él, la solución pasa por la instauración de un estado de bienestar inspirado en la socialdemocracia europea y la ruptura con el neoliberalismo, del que Chile fue laboratorio bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). “Si Chile es la cuna del neoliberalismo, también será su tumba”había lanzado así la velada de su victoria en las primarias de la izquierda contra el candidato comunista, Daniel Jadue, en julio.

Falta de mayoría en el Parlamento

Si los resultados económicos de Chile durante treinta años han sido aclamados y envidiados, se han obtenido a costa de grandes desigualdades (el 1% de la población posee el 26% de la riqueza, según la Organización de las Naciones Unidas) y han llevado a la violencia de 2019.

El presidente saliente se había visto obligado a ceder ante la demanda de que se redactara una nueva Constitución. Tras la elección de los integrantes de una Asamblea Constituyente, su desarrollo está en marcha y su nueva versión será sometida a referéndum en el transcurso de 2022.

«Boric comienza en un clima favorable de opinión pública, gracias al capital político que obtuvo en las elecciones y con el nombramiento de su gobierno» abierto a varias sensibilidades, augura Marco Moreno, director de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Chile.

Pero tendrá que reformarse en un contexto de ralentización económica y reuniendo un Parlamento lejos de ser conquistado por su causa: “El gran reto al que se tendrá que enfrentar Boric es establecer un diálogo para superar los obstáculos legislativos con el fin de tener capacidad para financiar sus anhelos de Estado del Bienestar”cree don Rodrigo Espinoza, profesor de la Universidad Diego Portales.

El mundo con AFP



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