GlobalFoundries se opone al plan del gobierno alemán de subsidiar la nueva fábrica de TSMC cerca de Dresde. La subvención asciende a hasta 5.000 millones de euros, lo que, según GlobalFoundries, fortalecerá aún más la posición ya dominante de TSMC en el mercado. La situación ha generado preocupaciones legales, esfuerzos de lobby y una posible queja formal ante la Comisión de la UE por parte de GlobalFoundries, informa Handelsblatt.
A principios de este mes, TSMC, en colaboración con sus socios Bosch, Infineon y NXP, reveló planes para construir una fábrica con capacidad de 12 nm y 16 nm cerca de Dresde, Alemania. Se espera que la fábrica cueste 10.000 millones de euros y la mitad de la suma probablemente provendrá del gobierno alemán a través de diversos subsidios. GlobalFoundries, que tiene una fábrica cerca de Dresde, se siente perjudicada por esta medida.
GlobalFoundries está presionando al gobierno alemán para obtener un apoyo similar. La empresa argumenta que ha recibido mucha menos ayuda estatal en sus 25 años de funcionamiento en Dresde de la que recibirá TSMC. GlobalFoundries, que heredó su fábrica de AMD, se considera cofundador del grupo tecnológico ‘Silicon Saxony’ de Dresde y cree que también debería ser considerado para recibir ayuda estatal.
Saam Azar, responsable de asuntos gubernamentales y legales de GlobalFoundries, afirmó que TSMC tiene como objetivo producir semiconductores que compitan directamente con los productos fabricados por GlobalFundries. Además, TSMC planea colaborar con tres de los mayores clientes de GlobalFoundries: Infineon, Bosch y NXP.
La situación ha llevado a Globalfoundries a expresar sus preocupaciones ante la Comisión de la UE. La empresa se pregunta si el enorme subsidio a TSMC se alinea con las leyes europeas. Saam Azar indicó que también se podría presentar una queja formal tan pronto como el gobierno alemán y TSMC registren oficialmente el proyecto en Bruselas.