En la mañana del viernes 15 de marzo, Rusia llevó a cabo dos ataques sucesivos con misiles en el mismo lugar, en Odessa. Esta táctica, frecuentemente utilizada por el ejército ruso, primero en Siria y luego en Ucrania, apunta especialmente a los servicios civiles de emergencia y sirve para aterrorizar a la población.
Al menos veinte personas murieron y setenta y tres resultaron heridas en el ataque más mortífero desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero de 2022 contra la población de la gran ciudad portuaria del sur de Ucrania.
Un primer misil se estrelló en una zona residencial a las 10:04 hora local, provocando un incendio. Los socorristas y bomberos intervinieron rápidamente para apagar el fuego y buscar a las víctimas. El segundo misil impactó exactamente quince minutos después.
Asesinado el ex teniente de alcalde
Las fotografías tomadas después de la tragedia muestran cuerpos sin vida vestidos con uniformes de emergencia. Los socorristas con heridas en la cara y en estado de shock aparecen en las fotografías publicadas por los servicios de emergencia ucranianos. También se vieron un camión de bomberos, una ambulancia y un coche de policía acribillado por metralla.
Durante el ataque fueron asesinados el ex teniente de alcalde de Odessa, Serhii Tetyukhin, el subjefe de la policía nacional de la región de Odessa, Dmytro Abramenko, así como el ex jefe de la patrulla policial y ex jefe de la patrulla policial de la región, Oleksandr Gostishchev. ataque, informan fuentes del ayuntamiento de Odessa. Al menos cinco trabajadores de los servicios de emergencia resultaron heridos, algunos de los cuales se encuentran en estado grave, dijo también una portavoz del Servicio Nacional de Emergencias.
El ayuntamiento declaró el sábado día de luto tras este tercer atentado mortal desde principios de mes en Odessa. El 3 de marzo, un ataque con drones kamikaze de Shahed contra un edificio de apartamentos mató a doce personas, entre ellas cinco niños. El 6 de marzo, un misil ruso mató a cinco personas cerca del puerto, a menos de un kilómetro de la caravana del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y del primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, que entonces visitaban la ciudad.
El viernes, en su mensaje diario en vídeo, Volodymyr Zelensky denunció un ataque “Absolutamente despreciable por parte de esta escoria: dos misiles, y el segundo en el momento en que los socorristas y médicos llegaban al lugar del ataque”.
Según el Estado Mayor ucraniano, las fuerzas rusas dispararon «Misiles balísticos Iskander-M de Crimea» (anexado por Rusia en 2014). Armas conocidas por su gran precisión y particularmente difíciles de interceptar.
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