Al menos 25 personas murieron en las inundaciones del día de Navidad en Filipinas, según un nuevo informe de las autoridades publicado el miércoles (28 de diciembre).
Decenas de miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares después de que las lluvias torrenciales inundaran aldeas, pueblos y carreteras, interrumpiendo las festividades navideñas en el país predominantemente católico. Según la agencia nacional de gestión de desastres, más de 81.000 personas se refugiaron en los centros de evacuación y aún se realizan esfuerzos para acudir en ayuda de las poblaciones más afectadas.
Al menos 13 personas murieron, la mayoría ahogadas, en la provincia de Misamis Occidental y en la isla sureña de Mindanao. Veintiséis personas siguen sin ser rastreadas, mientras que nueve heridos han sido identificados.
Un país vulnerable a los desastres naturales
De acuerdo con el pronóstico del tiempo, para el miércoles y jueves se mantenían probables lluvias de moderadas a intensas en las regiones centro y sur, debido a un área de baja presión proveniente de la costa que podría convertirse en una depresión tropical.
“Las inundaciones y deslizamientos de tierra inducidos por la lluvia son posibles, especialmente en áreas propensas o muy propensas a estos peligros”explicó la oficina meteorológica estatal.
Las autoridades anunciaron el miércoles que se estaban realizando operaciones de reconocimiento aéreo sobre Misamis Occidental para evaluar el alcance de los daños.
El tiempo había comenzado a empeorar a finales de la semana pasada en Filipinas, uno de los países más vulnerables a los desastres naturales y donde gran parte de los 110 millones de habitantes se preparaban para celebrar la Navidad.