Lamentablemente, tenía razón, ya que Asimov falleció en 1992 a la edad de 72 años. Esto significa que murió incluso antes de que se estrenara la primera de las precuelas, mucho antes de que se estrenara la última de las nueve películas inicialmente planeadas. A pesar del enorme éxito de «El Imperio Contraataca» (un gran riesgo en sí mismo), Lucas necesitaría más de 15 años para hacer la siguiente película de la saga una vez que se estrenara «El retorno del Jedi».
Cuando Asimov murió, el futuro de «Star Wars» era incierto. No había películas en el horizonte cercano y las grandes historias estaban ocurriendo impresas como «Heredero del Imperio» de Timothy Zahn. Y, sin embargo, el reconocido autor de ciencia ficción murió antes de que se publicara la última novela de la trilogía Thrawn. Entonces sí, se podría decir que es injusto y triste. Asimov nunca vio que las carreras de vainas se convirtieran en algo muy importante, pero eso es sólo porque no fue así. Nunca vio a Anakin volverse malvado y masacrar niños. Nunca vio a la franquicia dar el salto a la animación o a la televisión en general. Es lamentable que nunca haya podido ver cumplida la promesa de un Imperio Galáctico en «Andor».
Por supuesto, el Dr. Asimov tampoco vivió para ver la monstruosa adaptación de su serie «Robot» en «Yo, Robot» de Will Smith, así que tal vez tenga suerte. Pero también se perdió la oportunidad de ver uno de los mejores programas de ciencia ficción de la televisión en «Foundation», que cambia mucho con respecto a sus libros pero ofrece una historia igualmente espectacular.
Puede que Isaac Asimov no haya visto el final de «Star Wars», y su papel en la historia de la franquicia puede ser pequeño, pero su trabajo impactó para siempre a la galaxia muy, muy lejana.