Israel, Arras, falsas alarmas… ¿Cómo viven la situación los franceses?


Noémie Loiselle, editado por Alexandre Dalifard / Crédito de la foto: JEFF PACHOUD / AFP

Si bien este fin de semana comenzaron las festividades del Día de Todos los Santos, los franceses parecen preocupados por las dramáticas noticias que el mundo está viviendo en las últimas semanas. Con el conflicto entre Israel y Hamás, así como los ataques en Arras y Bruselas, los turistas quieren mantener la calma y al mismo tiempo permanecer alerta.

Desde vacaciones esperadas. En una entrevista concedida a periódico dominical, Gerald Darmanin advierte que “las células externas se están reponiendo” y que la “amenaza interna es muy fuerte”. El Ministro del Interior llama a todos a estar atentos. Es en este clima de “yihadismo atmosférico”, según sus palabras, que muchos franceses salieron este primer día de vacaciones a hacer compras con estas amenazas sobre nuestras cabezas. Para la ocasión, Europa 1 viajó a Lyon para conocer las sensaciones de los franceses.

“Cierre total”

En la principal calle peatonal de la República, muchos lioneses y turistas se reúnen para observar a los bailarines y las actividades frente a las tiendas. Muchos están preocupados por un posible ataque, pero todos se niegan a vivir con miedo. «Cuando veo calles llenas de gente, claro que nos decimos que podría haber un psicópata que podría llegar de cualquier parte con un AK-47 y empezar a matar a todo el mundo. Pero creo que es precisamente mostrando nuestra presencia en la calle. , demostrando que no tenemos miedo y que estamos aquí, que intentaremos refutar esta posibilidad”, dijo un primer transeúnte en la calle.

«Si les demostramos que tenemos miedo y que ya no salimos, al final habrán ganado. Sigan saliendo, sigan viviendo y sonriendo», asegura un segundo al micrófono de Europa 1. Para otros, Seguir realizando actividades en lugares públicos todavía genera cierto miedo. «Cuando entramos en un museo, esperamos que todo vaya bien, pero lo hacemos de todos modos. Intentamos estar tranquilos», admite esta lionesa. Sereno, pero vigilante. En un contexto de riesgo de ataques, muchos se muestran cautelosos. «La gente no quiere hablar con gente que no sabe. Hay realmente una mentalidad completamente cerrada. La gente tiene un poco más de miedo de hablar con los demás. Eso me parece triste», se lamenta este último transeúnte. Ante este clima de ansiedad, muchos admiten que se desconectan de las redes sociales y filtran la información que escuchan.



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