La Casa Blanca quiere una industria de transporte de mercancías sin emisiones para 2040


La administración Biden está abordando la monumental tarea de hacer que el sistema de transporte industrial de Estados Unidos sea más respetuoso con el medio ambiente. La Casa Blanca dijo el miércoles que su objetivo es que el 30 por ciento de las ventas de camiones industriales produzcan cero emisiones para 2030 y el 100 por ciento para 2040.

Además de esos objetivos no vinculantes, la Casa Blanca se reunirá el miércoles con partes interesadas de las industrias de vehículos comerciales, transporte marítimo e infraestructura para ayudar a ejecutar su agenda. La mesa redonda está diseñada para promover el objetivo de la Administración Biden de “impulsar la construcción de la infraestructura necesaria para hacer realidad un ecosistema de transporte de carga sin emisiones en los Estados Unidos”.

Como era de esperar, la industria del transporte utiliza mucha energía y produce una gran cantidad de contaminación. Bloomberg señala que el sector del transporte emite alrededor del 29 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos, y el transporte de mercancías (incluidos el transporte marítimo, el transporte por carretera y los trenes) representa aproximadamente un tercio de esa cifra. Por lo tanto, se puede suponer que la industria del transporte de mercancías estadounidense es responsable de aproximadamente el 10 por ciento de las emisiones de carbono del país.

Como parte del lanzamiento del año electoral, la Administración Biden planea pedir al público que comente sobre la infraestructura de carga para vehículos pesados, lo que indica que los detalles del plan aún no están finalizados. La Casa Blanca quiere evitar un sistema de carga de vehículos eléctricos industriales fragmentado sin un estándar universalmente acordado. La industria aparentemente se ha decidido por el NACS de Tesla como la opción de facto en el sector de consumo ligero.

Además de los objetivos industriales recientemente anunciados, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de la administración Biden está abriendo alrededor de mil millones de dólares en fondos de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) para reemplazar los vehículos de Clase 6 y 7 (autobuses escolares, camiones de basura y camiones de reparto) con equivalentes eléctricos. .

La IRA exige que al menos 400 millones de dólares de esos fondos se destinen a las comunidades locales más afectadas por la contaminación industrial. La Casa Blanca dice que 72 millones de estadounidenses viven cerca de rutas de carga de camiones y son los más afectados por su producción a corto plazo. Lamentablemente, pero como era de esperar (dada la historia de la nación), las personas de color y las de hogares de bajos ingresos tienen más probabilidades de verse gravemente afectadas por los altos niveles de toxinas ambientales.

Los objetivos de la Casa Blanca son admirables, dada la urgencia de la crisis climática global y el papel de la industria del transporte de mercancías. Sin embargo, persiste un problema importante: se trata de resoluciones voluntarias y no vinculantes que podrían (y, dados los comentarios públicos, casi con certeza lo harían) ser anuladas por una segunda administración de Trump, en caso de que el siesta en serie regrese al cargo el próximo año. Como ocurre con muchos otros aspectos del futuro de la nación y del mundo, los votantes estadounidenses decidirán el resultado en noviembre.



Source link-47