La red eléctrica de EE. UU. necesita desesperadamente mejoras, advierte un organismo de control


La obsoleta red eléctrica de Estados Unidos no está equipada para hacer frente a la creciente demanda de energía renovable o las amenazas de la “nueva normalidad” de clima extremo y ciberataques. Esto es según el organismo de control de la seguridad energética, SAFE, cuyo Grid Security Project descubrió que problemas como apagones y escasez son cada vez más comunes. Sin actualizaciones tanto de las políticas como de la infraestructura, advierte SAFE, es probable que estos problemas empeoren.

En un nuevo informe, SAFE señala eventos como la mortal crisis eléctrica de 2021 en Texas, cuando millones de personas se quedaron sin electricidad durante una tormenta invernal, y un tiroteo en 2022 en una subestación de Carolina del Norte que provocó cortes de energía para más de 40.000 personas. Si bien es posible que casos como estos alguna vez se hayan considerado eventos raros, desafortunadamente se están convirtiendo en algo normal. El informe también destaca los ciberataques sofisticados en el extranjero, como el histórico hackeo a la red eléctrica de Ucrania en 2015, como ejemplos de lo que podría enfrentar la red estadounidense.

«Los fenómenos meteorológicos extremos, el ciberespionaje y los ataques terroristas internos, combinados con la creciente demanda de una infraestructura obsoleta, han convertido los cortes de energía ocasionales en eventos alarmantemente comunes en ciudades de todo Estados Unidos», dijo Thomas Coleman, director ejecutivo del Proyecto de Seguridad Grid de SAFE, en una declaración publicada junto al informe.

La rápida transición hacia el abandono de los combustibles fósiles no hará más que aumentar la tensión. Los vehículos eléctricos, que se alimentan directamente de la red, han experimentado una adopción exponencial en los últimos años, y el sistema aún tiene una capacidad limitada para entregar energía de fuentes renovables como la eólica y la solar a áreas pobladas. La infraestructura actual no podrá satisfacer de manera confiable las mayores necesidades de generación y transmisión de energía.

Según SAFE, “la progenie de la infraestructura de la que alguna vez dependieron nuestros bisabuelos es cada vez más inadecuada para servir como base de la economía moderna de hoy”. En otras palabras, la red necesita una actualización rápida.



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