36 naciones lideradas por EE. UU. acordaron mejorar las medidas de prevención de ransomware, específicamente en lo que respecta al uso de criptomonedas para financiar tales actividades.
Celebrada en la Casa Blanca, la cumbre de la Iniciativa Internacional contra el Ransomware fue mucho más explícita sobre las criptomonedas que durante su salida inaugural en 2021, ya que sigue aumentando la preocupación por la facilidad con la que los ciberdelincuentes pueden obtener los tokens digitales.
Una de las principales áreas de preocupación identificadas por la Iniciativa Contra el Ransomware (CRI) fue el lavado de criptomonedas. La cumbre describió planes para evitar esto, incluido el intercambio de información sobre billeteras criptográficas nefastas entre agencias de todo el mundo, la realización de talleres sobre cómo mejorar el rastreo de blockchain y la aplicación de la autenticación de identidad para las transacciones criptográficas.
Pasos sólidos
Como resultado de la cumbre, varias naciones establecerán nuevas iniciativas en cooperación entre sí para abordar el problema global del ransomware.
El Grupo de trabajo internacional contra el ransomware (ICRTF) se establecerá en el centro de los procedimientos. Australia tomará la delantera al principio, con el Centro Regional de Defensa Cibernética (RCDC) de Lituania probando un ala nacional, informando sobre la inteligencia de ransomware que recopila y compartiendo con otras naciones.
Mientras tanto, durante el próximo año, el CRI estará ocupado desarrollando un marco para identificar objetivos prioritarios y alertar a varias agencias de aplicación de la ley, reuniendo un conjunto de herramientas para que otras organizaciones lo usen cuando investiguen ataques de ransomware y creando canales entre organismos públicos y privados para compartir información de ransomware. .
El ransomware se está convirtiendo en una táctica cada vez más popular utilizada por los delincuentes para extorsionar a las víctimas involuntarias, y la frecuencia de los ataques ha aumentado a un ritmo alarmante en los últimos años. El año pasado, en particular, experimentó un gran aumento, con más de 600 millones de ataques en todo el mundo en 2021, más del doble que el año anterior.