nivel de FPS: SPF, o factor de protección solar, es la medida de cuánta radiación ultravioleta se requiere para causar una quemadura solar. Cuanto más alto sea el SPF, menos probabilidades hay de quemarse. Es importante tener en cuenta que el SPF no se relaciona con el tiempo que se pasa bajo el sol, sino que hace referencia a la cantidad de energía solar, por lo que la reaplicación depende de la intensidad del sol. En pocas palabras: debe volver a aplicar con más frecuencia durante la mitad del día, cuando el sol está en su apogeo, que, digamos, a las 9 a.m., cuando el sol es menos intenso. Como mencionamos antes, un SPF alto no significa que pueda dejar de aplicarlo nuevamente. En su lugar, considere lo que su piel podría necesitar. La piel más clara necesita un SPF más alto para proteger la piel, mientras que los tonos de piel más oscuros (que tienen un SPF incorporado de alrededor de 13.4) pueden usar un SPF más bajo (piense en SPF 30) y aún así estar protegidos. Otra nota: SPF solo se refiere a los rayos UVB, pero es mejor buscar un bloqueador solar de amplio espectro, que protegerá la piel de los rayos UVA y UVB.
químico o mineral: Hay dos tipos de filtros de protección solar: químicos y minerales. Los protectores solares químicos utilizan materiales orgánicos como oxibenzona, avobenzona, homosalato, octinoxato, octocrileno y octisalato para ofrecer protección solar. Estos funcionan absorbiendo los rayos del sol, convirtiéndolos en calor y luego liberando dicho calor a través de la piel. Este proceso toma alrededor de 15 minutos, por lo que si está usando filtros químicos de protección solar, debe darse al menos ese tiempo antes de salir al aire libre. Debido a sus propiedades, los filtros químicos tienden a ser más elegantes desde el punto de vista cosmético y se pueden formular en humectantes y aceites livianos. Hay algunos inconvenientes con los protectores solares químicos. La primera: deben aplicarse con más frecuencia que los protectores solares minerales porque no son fotoestables y se descomponen con la exposición a la luz ultravioleta. En segundo lugar, se han realizado estudios que sugieren que los ingredientes químicos de los protectores solares como la oxibenzona y el octinoxato pueden filtrarse en el agua mientras nada y blanquea los arrecifes de coral. Algunas sustancias químicas también se han relacionado con la alteración endocrina, aunque los datos no son concluyentes. Los protectores solares químicos tienden a ser más irritantes, ya que las alergias a los ingredientes activos son más comunes.
Los protectores solares minerales actúan como una barrera física entre usted y los rayos UV, dispersando la luz cuando toca su piel. Hay dos ingredientes principales que actúan como bloqueadores físicos: titanio y óxido de zinc. Estos bloquean una amplia gama de longitudes de onda UV y son fotoestables, lo que significa que no tiene que volver a aplicarlos con tanta frecuencia (aunque aún debe cumplir con la regla de las dos horas). El titanio y el óxido de zinc también son bien tolerados por todo tipo de pieles, incluidas las sensibles, y es menos probable que provoquen una reacción. El óxido de zinc también es un componente clave para prevenir la hiperpigmentación, por lo que los dermatólogos a menudo lo recomiendan para pacientes con melasma o marcas oscuras. A diferencia de los filtros solares químicos, los filtros físicos no son tan suaves ni livianos. También tienden a dejar un matiz blanco en la piel, lo que dificulta los tonos de piel más oscuros. Las fórmulas minerales han recorrido un largo camino gracias a las nanopartículas de zinc, que se frotan más fácilmente.
Para obtener los beneficios de ambos, puede optar por una fórmula híbrida, que contiene filtros químicos y minerales.
Contiene oxibenzona, homosalato y octisalato: El CDC ha estado vigilando la oxibenzona desde hace algunos años. Se ha demostrado que el popular químico se absorbe a través de la piel y ha habido preocupaciones de que sea un disruptor endocrino, después de que algunos estudios mostraron niveles más bajos de testosterona en los adolescentes y un mayor riesgo de endometriosis en las mujeres. Actualmente, la Comisión Europea (que es conocida por tener regulaciones más estrictas sobre cosméticos y cuidado de la piel que los EE. UU.) limita la concentración de oxibenzona al 6 por ciento, aunque todos los protectores solares no indican las concentraciones en la etiqueta, por lo que es difícil estar seguro. El homosalato y el octisalato también se han identificado como posibles disruptores endocrinos, pero ha habido menos hallazgos sobre estos ingredientes y sus efectos. Si esto te preocupa, definitivamente es algo a tener en cuenta; sin embargo, estos ingredientes (y otros ingredientes químicos de los protectores solares) no se han considerado hasta el momento peligrosos para su uso.
Consistencia: La consistencia es importante cuando se trata de protector solar, porque el grosor puede afectar la forma en que se asienta en la piel. Alguien que busque una fórmula que no se sienta pesada o grasosa podría optar por una fórmula liviana, mientras que alguien con piel seca podría querer un protector solar más espeso y nutritivo.