Los puertos belgas están repletos de coches eléctricos chinos: “Ahora tenemos algunos aparcados aquí durante un año, a veces año y medio”


Probablemente haya que ver estos lugares para comprender las dificultades de la transición del automóvil al vehículo eléctrico. También hay que venir allí para observar cómo una industria china con exceso de capacidad puede inundar el mercado europeo. Aquella mañana, mientras un inesperado sol iluminaba el laberinto de carreteras que conduce a este lejano brazo del puerto de Amberes (Bélgica), un gigantesco carguero de la empresa noruega Höegh Autoliners descargaba miles de coches en una de las terminales de International Car Operadores. (ICO), filial del grupo japonés Nippon Yusen Kaisha.

Es, junto con el sueco-noruego Wallenius Wilhelmsen, uno de los principales operadores del ahora fusionado puerto de Amberes-Brujas, la mayor terminal automovilística del mundo, por la que hasta ahora transitaba la producción de unas cuarenta marcas. Antes de la llegada de sus competidores chinos.

En Calloo, cerca de Amberes, y en Zeebrugge, en la costa del Mar del Norte, los enormes aparcamientos tienen capacidad para unos 130.000 vehículos, pero ahora son demasiado estrechos. En 2022, 3,4 millones los vehículos pasaron por los dos puertos y, desde entonces, el mercado ha evolucionado aún más, las dificultades se han multiplicado y los operadores luchan como pueden para resolver las cuestiones relativas al almacenamiento de vehículos.

Leer también | Artículo reservado para nuestros suscriptores. Europa frente a la ola automovilística china

Frente a las puertas cuidadosamente custodiadas del ICO, en Calloo, la mirada se pierde en los coches de todas las marcas alineados que los camiones procedentes de Italia, Reino Unido, Polonia o Alemania se preparan para cargar. En primer plano, modelos a menudo aún desconocidos para el gran público. “Todos chinos. Yo prefiero los coches alemanes”se queja Rinus De Vries, un camionero holandés, que espera en su cabina.

Leer también | Artículo reservado para nuestros suscriptores. El mercado del transporte marítimo de automóviles, y su “ro-ro”, en auge

MG, BYD, Nio, XPeng, Lynk & Co, Omoda, Hongqi, etc. Una decena de fabricantes chinos han lanzado una ofensiva comercial, con la exportación de casi 4,1 millones de coches en 2023 (+ 58% en un año). Objetivo: conquistar un mercado europeo en rápida evolución gracias, entre otras cosas, a las ayudas concedidas en varios países para la adquisición de un vehículo eléctrico.

“Un lío inmanejable”

Según algunas previsiones de los administradores portuarios, en 2024 se descargarán en Amberes-Brujas entre 600.000 y 1 millón de vehículos fabricados en China, eléctricos pero también térmicos. Con, en el lote, Tesla, BMW y Polestar (la marca sueca es propiedad de la china Geely) todos ensamblados en el Reino Medio. Audi inicia la preproducción de un SUV eléctrico en su nueva fábrica de Changchun (provincia de Jilin).

Te queda el 62,52% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.



Source link-5