Los pulmones verdes de la ciudad se están secando lentamente


Ninguna otra metrópolis tiene tantos espacios verdes como Viena. El 50 por ciento del área de la ciudad consiste en prados, bosques, etc. La proporción de espacios verdes de acceso público es del 31 por ciento, es decir, 12.600 hectáreas de naturaleza. Dos tercios de los capitalinos viven a menos de 250 metros del espacio verde más cercano.

Más y más fueron sellados
Sin embargo: más y más prados fueron sellados, magníficos árboles talados. El cambio climático y los veranos cada vez más calurosos finalmente obligaron a la ciudad a levantar el cemento para plantar nuevos árboles. Pero muchos de ellos “mueren de sed”.

La falta de lluvia como amenaza para los árboles jóvenes
“En los últimos años, miles de árboles jóvenes han muerto por falta de riego”, según la iniciativa “Future City Tree”. En marzo, solo cayó el dos por ciento de la cantidad habitual de lluvia. Sobre todo, se ven afectados los árboles municipales y de avenida, cuyo mantenimiento se ha subcontratado a empresas privadas.

Dispensador de sombras del futuro
“Los árboles jóvenes son los proveedores de sombra del futuro. Las campañas de siembra son gratas, pero hay que regarlas de manera inmediata y sustentable”, dice la iniciativa. El problema del riego no es nuevo. El verano pasado, los distritos 21 y 22 buscaban patrocinadores voluntarios para el casting. Los 150 jardineros de la ciudad que abastecieron a los árboles con 300.000 litros de agua todos los días no fueron suficientes. Especialmente en la temporada de vacaciones. Por lo tanto, la ciudad ahora también depende de otras especies de árboles que son más capaces de soportar el calor.

Según Vienna City Gardens, hay 1000 sistemas de riego automático, hasta 50 vehículos de riego y numerosas bolsas de riego. El Premio Europeo del Árbol de la Ciudad solo se otorgó en 2021.

Años de espera para la poda de árboles en asentamiento
Curioso: mientras se talan oasis y los árboles se mueren de sed, la gente lleva años esperando la poda en Liesinger Ketzergasse, en las afueras de Viena. Sin embargo, el magistrado siempre se refiere a nuevas normas. Mientras tanto, los árboles crecen sobre las cabezas de los residentes.



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