La basura espacial es un problema enorme que los astrónomos e ingenieros deben mitigar, ya que puede causar riesgos de colisión para satélites, estaciones espaciales y cohetes. Por lo general, no representa una amenaza para las personas que aún están en el planeta porque la mayoría de las piezas se desintegran en la atmósfera al volver a caer a la Tierra. Aún así, hay excepciones, como lo demuestran tres grandes trozos de lo que probablemente fue un vehículo de lanzamiento de SpaceX que aterrizó en una granja en Australia.
un informe de ABC Noticias Australia muestra a un granjero en Nueva Gales del Sur, Australia, de pie junto a una pieza de 9 pies de altura de lo que podría ser basura espacial. Según los informes, los lugareños escucharon un gran estruendo y vieron caer escombros el 9 de julio, pero dado lo remota que era el área, el agricultor descubrió el trozo de escombros recién el 30 de julio. Brad Tucker, astrofísico, entrevistado por A B C, cree que podrían ser las piezas de la primera etapa del lanzamiento del Crew Dragon del año pasado, y explica con más detalle en su propio video que el cohete era un objeto catalogado que se demostró que volaba sobre Nueva Gales del Sur el 9 de julio, cuando los escombros se vieron inicialmente cayendo a la Tierra. SpaceX y la policía de Nueva Gales del Sur aún no han confirmado esta teoría. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni daños por ninguno de los impactos.
La basura espacial puede ser la más grande encontrada en el continente desde 1979, cuando la estación espacial estadounidense Spacelab salió de órbita y golpeó regiones pobladas de Australia en lugar de caer al océano como estaba previsto. Curiosamente, Estados Unidos reclama la autoridad legal para recuperar cualquier basura espacial aterrizada, incluso en propiedad privada en otro continente, pero nunca lo hizo con los fragmentos de Spacelab. Veremos si les pedimos a los agricultores que nos devuelvan los enormes trozos de fibra de carbono del cohete si terminan viniendo de una fuente estadounidense.