El episodio no ha envejecido bien por muchas razones, la principal es que el verdadero Fidel Castro vivió una vida larga y aparentemente feliz. Murió por causas naturales relacionadas con la edad en 2016, y el gobierno que construyó sigue en pie incluso sesenta años después de la emisión de este episodio de «Twilight Zone». También está cada vez más claro que cualquier paranoia que pudiera haber tenido sobre los asesinatos estaba bastante justificada. Estados Unidos, que tiene una larga historia de interferir con los gobiernos latinoamericanos, de hecho intentó matar al tipo en muchas ocasiones. Sin embargo, «Mirror» describe estos intentos de asesinato como las febriles fantasías paranoicas de Clemente; O eso, o los resultados directos de un país infeliz siendo torturado por su gobierno tiránico.
El otro problema es que, a medida que pasa el tiempo, parece cada vez más que Castro no era el dictador loco y malvado como lo presentaban los medios estadounidenses. Todavía hizo muchas cosas terribles dignas de condena, como su ahora revertida criminalización de la homosexualidad en los años 60 y su inclinación general hacia el autoritarismo. Por otro lado, mejoró la calidad de vida promedio en el país, inició un exitoso programa de alfabetización e implementó un sistema de salud más eficiente y humano que el nuestro. Desde que Fidel asumió el poder, la tasa de mortalidad infantil del país también cayó de 37,3 a 4,3 por 1.000 nacidos vivos, más baja que en Estados Unidos.
Considerando que Cuba logró todo esto mientras soportaba un embargo comercial económicamente asfixiante de más de 60 años por parte de Estados Unidos, nos vemos obligados a admitir que la revolución de Fidel no fue un desastre total. A pesar de la presumida certeza del episodio de «Twilight Zone» de que Fidel se estrellaría y ardería, su gobierno ya ha sobrevivido a la mayoría del elenco y el equipo del episodio.