Presentando una amenaza para la seguridad humana, la morsa hembra Freya, que había estado navegando en el fiordo de Oslo desde el 17 de julio, fue sacrificada el domingo 14 de agosto. Una decisión lógica para las autoridades locales, pero precipitada según expertos y asociaciones animalistas.
Comportamiento humano cuestionado. Presente en las aguas de la capital noruega desde mediados de julio, la hembra de morsa Freya, de 5 años y 600 kilogramos de peso, fue sacrificada el domingo 14 de agosto para no poner en peligro a los vecinos y bañistas.
“La decisión de sacrificar a la morsa se tomó en base a una evaluación general de la continua amenaza a la seguridad humana. Hemos considerado cuidadosamente todas las soluciones posibles. Llegamos a la conclusión de que no podíamos garantizar el bienestar del animal por ningún medio disponible”, dijo el jefe de la Dirección de Pesca de Noruega, Frank Bakke-Jensen, en un comunicado de prensa.
Días atrás, en las redes sociales se habían difundido fotos y videos que mostraban a Freya a pocos metros de los habitantes, subiéndose a botes para dormitar allí, provocando en el proceso cuantiosos daños materiales. Ante este problema, la solución más «viable» que se planteó el jueves fue la eutanasia del animal, cuyo nombre está tomado de la diosa nórdica del amor y la belleza.
“No nos portamos bien con él”
A pesar de este argumento, las asociaciones de defensa de los animales criticaron fuertemente esta elección, al tiempo que insistieron en el papel principal de los humanos en la eutanasia del animal. De hecho, algunos bañistas nadaron cerca de la morsa y otros residentes le tomaron fotos cerca, a veces con niños. “Es infinitamente triste que optaran por sacrificar a un animal tan hermoso simplemente porque no nos portamos bien con él”, lamentó la bióloga Rune Aae durante una entrevista concedida a la agencia local NTB.
Algunos especialistas han asegurado que la implementación de medidas restrictivas dentro de la población noruega podría haber salvado al animal. “Es muy impactante. Estamos en una situación que ofrece la oportunidad de mostrar consideración por los animales salvajes. Deberíamos haber intentado multas. Entonces probablemente habríamos visto desaparecer rápidamente a estas masas de personas”, analizó Siri Martinsen, una de las portavoces de la asociación protectora de animales NOAH.
Una operación de rescate similar a la realizada en Francia para la beluga encontrada en el Sena «no era una solución viable» para el director de pesca. Además, la operación excepcional llevada a cabo en Francia esta semana lamentablemente no ha dado como resultado el rescate del animal.