La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte hace un llamado a su agencia hermana para que implemente una regulación que requiera que todos los vehículos vendidos en los EE. UU. incluyan sistemas de monitoreo de alcohol en la sangre. La NTSB envió la recomendación a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras el martes después de completar una investigación sobre una horrible colisión el año pasado que involucró la conducción en estado de ebriedad y la muerte de dos adultos y siete niños.
“La tecnología podría haber evitado este accidente desgarrador, al igual que puede evitar las decenas de miles de muertes por accidentes relacionados con la conducción bajo los efectos del alcohol y el exceso de velocidad que vemos en los EE. UU. cada año”, dijo la presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy. “Necesitamos implementar las tecnologías que tenemos aquí y ahora para salvar vidas”.
Según las estadísticas publicadas por la NHTSA, casi 43,000 personas murieron en las carreteras de los EE. UU. el año pasado, lo que marca el número más alto en 16 años. Si bien las muertes por accidentes de tránsito cayeron levemente entre abril y junio, Ann Carlson, administradora interina de la agencia, dijo que todavía había una «crisis» en las carreteras del país. “Necesitamos que la NHTSA actúe. Vemos los números”, dijo Homendy a The Associated Press. “Necesitamos asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para salvar vidas”.
La NTSB dice que todos los autos nuevos vendidos en los EE. UU. deben incluir un sistema integrado que detecte pasivamente si el conductor está bajo la influencia del alcohol. Señala que dicho sistema podría combinarse con tecnologías avanzadas de monitoreo del conductor para prevenir accidentes. Por separado, la agencia recomienda que la NHTSA incentive a los fabricantes de automóviles a incluir tecnología que evite colisiones relacionadas con el exceso de velocidad. La NTSB no tiene la autoridad para regular o hacer cumplir las medidas de seguridad que sugiere. Ha estado pidiendo a la NHTSA que explore tecnologías de monitoreo de alcohol desde 2012.
La NHTSA también enfrenta presiones del Congreso para exigir tales sistemas. Bajo la Ley de Infraestructura Bipartidista del año pasado, la agencia tiene tres años para estudiar la factibilidad de varias tecnologías de monitoreo de alcohol y establecer un conjunto final de reglas. Sin embargo, puede solicitar una prórroga. Y en el pasado, ha sido lento implementar tales requisitos.
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