Paul Mescal y Frankie Corio de Aftersun hablan sobre la elaboración de su relación padre e hija


¿Unas vacaciones del infierno, o un recuerdo que cambia la vida al que aferrarse? Es una pregunta en el corazón del encantador primer largometraje de Charlotte Wells, Aftersun. Su narrativa oscila entre las vacaciones de una niña en Turquía con su padre y su yo adulto recordando la experiencia en una poderosa observación de perspectiva y dolor.

La mayor parte de la historia gira en torno a Sophie (interpretada por Frankie Corio), de 11 años, y su atribulado pero devoto padre Calum (Paul Mescal) en su viaje bañado por el sol. Imbuidos de recuerdos nostálgicos de paquetes de vacaciones, la pareja juega al billar, toma el sol y bucea. Sin embargo, las grietas comienzan a surgir cuando Calum lucha para ocultar su vida privada a su hija, y Sophie se pregunta si alguna vez podrá conocer realmente a su padre.



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