Las verduras han estado en primer lugar desde que comenzó la encuesta. Ya sean guisantes, coliflor, brócoli, más del 65 por ciento de los encuestados afirmaron que consumen verduras congeladas varias veces al mes. El resultado puede sorprender a algunos, pero es bastante lógico para otros. Después de todo, las verduras congeladas sirven como guarnición rápida para platos caseros o como base para sopas y otros platos.
Y eso no está nada mal. Como muestran los resultados de ÖKO-TEST. A principios del año pasado, la revista probó sartenes de vegetales congelados. El resultado: muchas marcas son convincentes e incluso superan a las alternativas frescas en términos de contenido de vitaminas. En otra edición, todos los guisantes congelados puntuaron «muy bien». El hecho de que todos los productos probados realmente funcionen «muy bien» rara vez sucede. Pero hay una tendencia: en la prueba mencionada anteriormente de verduras asiáticas salteadas del congelador, todos los productos probados pasaron la prueba de sustancias nocivas con gran éxito. Incluso entonces, los platos baratos de las tiendas de descuento pudieron obtener las mejores calificaciones junto con los productos de marca caros.
Los alimentos congelados no son insalubres ni malos en todos los ámbitos. Al contrario: las verduras congeladas a menudo contienen incluso más nutrientes y vitaminas que los productos supuestamente frescos del departamento de verduras. Esto se debe a que las verduras congeladas se ultracongelan relativamente rápido después de la cosecha. Las verduras «frescas», por otro lado, tienen un largo camino por recorrer desde la cosecha hasta el mostrador y el contenido de nutrientes cae significativamente debido a la influencia de la luz y el calor.