Saltarse el desayuno: ¿cuáles son los efectos en la salud?


Ya sea por falta de tiempo, ayuno intermitente o incluso un hábito, muchos franceses comienzan el día con el estómago vacío.

Pero saltarse el desayuno, a menudo considerado la comida más importante, no deja de tener consecuencias para la salud: degradación del sistema inmunológico, aumento de peso o incluso impacto en la salud mental. Y por una buena razón, saltarse el desayuno promueve los antojos y conduce a comidas más calóricas en el almuerzo o en la noche.

Según Marie-France, sin esta comida, el cuerpo se ve privado de varios nutrientes esenciales para estar en buena forma. El cuerpo segregará entonces más cortisol, la hormona del estrés, y será más vulnerable a infecciones y enfermedades.

Además, mientras que la bajada de azúcar en la sangre provoca una pérdida de energía y afecta el estado de ánimo, el nivel de acidez en el cuerpo aumenta y puede provocar quemaduras en el esófago y el estómago.

La ausencia del desayuno a veces es beneficiosa

No obstante, algunos expertos reconocen los beneficios de saltarse la primera comida del día, especialmente en el contexto del ayuno intermitente.

Uno de ellos sería mejorar la «autofagia», un proceso fisiológico que permite el reciclaje y la eliminación sostenible de los desechos celulares del organismo. Este mecanismo, que tiende a hacer que el cuerpo sea más autónomo, ralentizaría el envejecimiento del cuerpo, al tiempo que reduciría el riesgo de crecimientos cancerosos y disfunciones metabólicas.

Otro efecto secundario poco conocido que debes tener en cuenta: saltarte una comida puede causar mal aliento.



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