«The Killer» es la segunda colaboración propiamente dicha entre el escritor Andrew Kevin Walker y David Fincher, luego de su exploración de los límites de la apatía con «Seven» de 1995. En declaraciones al sitio oficial de Netflix, TUDUM, Walker explicó que el uso de nombres de comedias como alias del Asesino comenzó como un huevo de pascua, pero que Fincher presionó para que se convirtiera en una parte más importante de la película. Como lo expresó el guionista: «La genialidad de Fincher es que dijera: ‘Está bien, aquí tienes tu pequeña broma tonta y escondida. Saquémosla adelante'».
Presentarlo permitió a Fincher enfatizar el elemento subversivo de su película, socavando la buena fe del asesino al compararlo con personas comunes y corrientes. Quizás la referencia más obvia sea a Sam Malone, el barman de Ted Danson en «Cheers». En Beacon, Nueva York, mientras rastrea a una compañera asesina interpretada por Tilda Swinton, el asesino alquila un automóvil con licencia de Massachusetts que lleva el nombre del querido barman bostoniano de Danson. En la comedia de situación original, que se transmitió de 1982 a 1993, el ex lanzador de relevo de los Medias Rojas de Boston es venerado por los clientes del bar y sigue siendo un personaje querido en la historia de las comedias de situación; no es exactamente el aura que desprende el asesino profesional de Fassbender.
Hay muchas más referencias a personajes adorables de comedias de situación. El siguiente nombre más reconocible es Archie Bunker o, como dice el billete de avión del asesino de Miami a Santo Domingo, «Archibald Bünker». Obviamente, se trata de una referencia al patriarca obrero de la familia Bunker, interpretado por Carroll O’Connor en «All in the Family» y «Archie Bunker’s Place». Como señala TUDUM, «no hay evidencia de que el nombre del personaje originalmente tuviera diéresis», pero esto parece una broma astuta insertada por Walker o Fincher, dándole al Bunker de clase trabajadora un estilo internacional incongruente.