Seguro de desempleo: aplicado el bonus-malus para empresas


La reforma del seguro de desempleo, iniciada en la anterior legislatura, ha dado un nuevo paso. Desde el jueves 1ejem septiembre, una -pequeña- parte de las empresas estarán sujetas a una tasa de cotización denominada “modulada” según el número de empleados de los que se hayan desvinculado. El objetivo de esta medida es luchar contra la precariedad en el mundo del trabajo incentivando a los empleadores a contratar empleados por largos períodos, a través de un sistema bonus-malus. Esta es una promesa de campaña que hizo Emmanuel Macron durante la carrera por el Palacio del Elíseo en 2017.

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“Según el último inventario, todavía provisional pero cercano al resultado final, están preocupadas unas 18.000 empresas, que emplean a 1,3 millones de personas.explica Yann-Gaël Amghar, director general del fondo nacional Urssaf. Estamos en proceso de comunicarles la tasa de cotización modulada a la que estarán sujetos, sabiendo que el pago de las cotizaciones correspondientes se realizará a partir del 1 deejem octubre. » Estas cifras son ligeramente inferiores a las comunicadas por el Ministerio de Trabajo a principios del verano de 2021, cuando el mecanismo -relativamente complejo- comenzaba a tomar forma: en su momento, los servicios del Estado indicaron que la reforma se aplicaría a unas 21.000 empresas con al menos once empleados, de un total de 225.000 (todas las ramas profesionales sumadas).

El enfoque puede parecer modesto desde un punto de vista cuantitativo. Esto se debe a que el bonus-malus solo afecta a las empresas que operan en siete sectores de actividad, incluidos el alojamiento y la restauración, la fabricación de alimentos o incluso el transporte y el almacenamiento. Además, los empresarios más afectados por la crisis sanitaria han sido excluidos temporalmente del régimen.

“En general decepcionante”

En términos concretos, la tasa de cotización del empleador dependerá del número de contratos y asignaciones temporales que finalicen. En lugar de estar sujetas a una tasa uniforme (igual al 4,05% de la nómina), las empresas verán variar su cotización en función de la estabilidad de la plantilla: los «buenos estudiantes», que retengan su plantilla, sufrirán el pinchazo mínimo (3% ); por el contrario, aquellos en los que la rotación es alta –debido, en particular, al recurso masivo a los contratos de duración determinada– pagarán más, hasta un máximo del 5,05%. El objetivo, en resumen, es usar palos y zanahorias para cambiar las prácticas de contratación.

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