SpaceX llega a un acuerdo con los astrónomos para limitar la interferencia de Starlink


Esta semana, la Fundación Nacional de Ciencias anunció que llegó a un acuerdo con SpaceX para limitar los efectos de los satélites Starlink en la astronomía.

Los astrónomos han estado expresando su preocupación por los efectos que los satélites Starlink podrían tener en el estudio científico desde hace varios años, como parte de una consideración más amplia de la importancia cultural y ambiental de los cielos oscuros y tranquilos. La Unión Astronómica Internacional incluso ha creado un centro especial para abordar el problema de las megaconstelaciones de satélites como Starlink tanto en la astronomía óptica como en la radioastronómica.

Alrededor de 19 satélites Starlink fueron fotografiados poco después del lanzamiento en noviembre de 2019 por DECam en el telescopio Blanco de 4 metros en el Observatorio Interamericano Cerro Tololo (CTIO) por los astrónomos Clara Martínez-Vázquez y Cliff Johnson. Los espacios en las pistas del satélite se deben a los espacios entre los chips CCD DECam. Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja de la NSF/CTIO/AURA/DELVE

Hay dos preocupaciones principales sobre el impacto de Starlink en la astronomía. En primer lugar, que los satélites son reflectantes, por lo que reflejan la luz del sol, lo que genera rayas brillantes en las observaciones astronómicas ópticas del cielo nocturno. Este es un problema particular para Starlink en comparación con otros tipos de satélites, ya que los satélites Starlink se encuentran en una órbita terrestre muy baja, lo que significa que son más prominentes en el cielo y hay miles de ellos.

SpaceX ha estado trabajando con astrónomos para reducir este problema a través de métodos como pintar los satélites de un color más oscuro para que reflejen menos, agregar parasoles y cambiar su orientación para que reflejen menos luz solar.

El segundo problema es con la radioastronomía. Los satélites están diseñados para operar en una frecuencia de radio particular, sin embargo, pueden emitir radiación fuera de esa banda en un fenómeno llamado sangrado de frecuencia. Los radioastrónomos ya tienen que lidiar con una gran cantidad de ruido de radio de fondo de la Tierra para detectar las débiles señales de los objetos distantes que están observando, y tener muchos satélites en el cielo lo hace más difícil.

El acuerdo se centra en la banda de radioastronomía de 10,6 a 10,7 GHz, y SpaceX acordó tomar medidas como no transmitir desde los satélites cuando pasan sobre las principales estaciones de radioastronomía.

El acuerdo no es legalmente vinculante, pero muestra que ambos grupos están tratando de trabajar juntos para habilitar Internet satelital global y permitir observaciones astronómicas. “Estamos preparando el escenario para una asociación exitosa entre los esfuerzos comerciales y públicos que permite que florezcan importantes investigaciones científicas junto con la comunicación por satélite”, dijo el director de la NSF, Sethuraman Panchanathan, en un comunicado.

Sin embargo, no todos los grupos de astronomía son tan positivos. Como informa SpaceNews, la Asociación Internacional del Cielo Oscuro está actualmente involucrada en un caso judicial que intenta bloquear el despliegue de más satélites Starlink sobre la base de que son perjudiciales para la astronomía tanto profesional como amateur.

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