Tras el aplazamiento del proyecto de ley de inmigración, «tensiones» entre Elysée y Matignon


Jacques Serais, editado por Laura Laplaud / Crédito de la foto: BERTRAND GUAY / AFP

Elisabeth Borne presentó este miércoles las prioridades del gobierno a pedido de Emmanuel Macron, descartando de inmediato el tema más divisivo, el proyecto de ley de inmigración. Una renuncia a corto plazo que revela ciertas disensiones entre Elysée y Matignon.

Tras el Consejo de Ministros, Elisabeth Borne dio a conocer la tan esperada «hoja de ruta» que detalla el programa de «100 días de alivio y acción«buscado por emmanuel macron después de reforma de pensiones. Pourtant souhaitée par le chef de l’État, la loi asile et immigration, censée «durcir nos règles» en matière d’expulsion tout en améliorant l’intégration, ne figure pas dans les plans immédiats de la Première ministre qui renvoie le texte à el otoño. Una renuncia a corto plazo que revela ciertas disensiones entre Elysée y Matignon.

Elisabeth Borne «no quiere hablar de inmigración, no es lo suyo»

Hace solo tres días emmanuel macron explicado en las columnas de parisino queremos una ley eficaz y justa, en un solo texto. Pero en este punto, Elisabeth Borne no lo sigue. “Este no es el momento de lanzar un debate que podría dividir al país”, juzga el Primer Ministro. Según ella, tampoco habría mayoría en el Parlamento para votar por tal texto.

Amarga observación al lado del Elíseo. “El orden era la prioridad número uno del presidente”, dice alguien cercano a Emmanuel Macron. «Y ese es solo el cuarto punto en la declaración del primer ministro». “Hubo grandes tensiones entre Elysée y Matignon sobre este tema”, confirma un asesor del ejecutivo. Elisabeth Borne «no quiere hablar de inmigración, no es lo suyo», lamenta otra.

Un primer ministro que camina solo

Y como si la ruptura casi se hubiera consumado, algunos en el palacio presidencial ya no dudan en distanciarse del Primer Ministro. «La dejamos que lo haga sola. Ya casi no nos preocupamos por lo que dice», dice un asesor. Los próximos 100 días de Elisabeth Borne en Matignon no serán necesariamente días felices.



Source link-59