El guión continúa presentando a Henry como el niño tranquilo y distante que se le presenta en la temporada 4, a quien se ve jugando con viudas negras en un intento de encontrar compañía. Sin embargo, estos pasatiempos inofensivos están marcados con un trasfondo siniestro cuando se yuxtaponen con el monólogo de 001, donde habla de que los fuertes devoran a los débiles para establecer el equilibrio en el ecosistema. El parentesco de Henry con las arañas es un reconocimiento de su condición de depredador silencioso, capaz de matar a su presa sin demostraciones manifiestas de fuerza, como cuando mata a un conejo lentamente mientras está «fascinado por su sufrimiento».
En el programa, la necesidad de Henry de matar a su madre se ve precipitada por la conciencia de ella de sus poderes y su creciente necesidad de controlar la naturaleza de la realidad misma. Como Henry ya podía detener el tiempo, quedó fascinado por la naturaleza de su fuerza bruta y tentado a profundizar más. Esto conduce a la inolvidable secuencia de la cena, donde los Creel quedan traumatizados después de que la Sra. Creel se retuerce en el aire y muere después de que sus extremidades se contorsionen (más tarde se revela a un Henry sonriendo, quien se limpia la sangre de la nariz). Sin embargo, el guión original no incluye esta motivación en absoluto. Aquí, este acto ocurre por capricho, ya que Henry simplemente tenía la intención de probar sus poderes para ver hasta dónde podía esforzarse y mató a su madre tan desapasionadamente como torturó al conejo meses antes.
En el guión, Henry observa el cadáver de su madre con «fría fascinación», ya que le hace darse cuenta de que cada vida que toma lo hace más fuerte. Originalmente, la muerte de la Sra. Creel estaba destinada a ser un capricho repentino de un niño ansioso por saborear la divinidad, pero el programa agrega más profundidad a este aterrador giro de los acontecimientos.