Acoso escolar: el suicidio de Lindsay cuestiona la acción de la educación nacional


Tras el suicidio de Lindsay, una colegiala de 13 años, el 12 de mayo, el Ministro de Educación Nacional se vio nuevamente obligado a pronunciarse. «Es un fracaso colectivo» en la lucha contra el acoso escolar, dijo Pap Ndiaye en BFM-TV, el jueves 1ejem Junio. Unas horas antes, en Vendin-le-Vieil (Pas-de-Calais), donde se educaba la adolescente, su madre había anunciado que iba a presentar cuatro denuncias, contra la dirección del establecimiento, la academia de Lille, la policía y la red social Facebook.

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Cuatro menores ya han sido imputados el 25 de mayo por “acoso escolar con resultado de suicidio” y un adulto por “amenazas de muerte”. También está en curso una investigación administrativa, dirigida por la Inspección General de Educación, Deporte e Investigación. “Si todos hubieran hecho su trabajo para proteger a Lindsay, ella estaría viva”juez Betty, la madre de la fallecida.

Esta tragedia vuelve a cuestionar los medios de acción de la educación nacional en la lucha contra el acoso escolar, cuando casi uno de cada diez alumnos se enfrenta a él. Tras la revelación del suicidio de la colegiala, el ministro A envió un correo electrónico a todos los directores de escuelas y jefes de establecimientos para recordarles los procedimientos vigentes y la necesidad de denunciar ante los tribunales todos los hechos señalados.

Un voluntarismo que lucha por demostrar su eficacia

Un mes antes, el 11 de abril, Pap Ndiaye ya había dado a conocer “nuevas medidas”, como la posibilidad de trasladar a un acosador a otro colegio independientemente de la opinión de sus padres, mientras que hoy en día muchas veces es la víctima la que cambia de establecimiento. Esta sucesión de disposiciones, si bien ilustra un cierto voluntarismo, lucha por demostrar su eficacia. «Todavía tenemos un largo camino por recorrer»reconoció el ministro en BFM-TV.

La toma en cuenta del acoso escolar es, es verdad, reciente en Francia. El término aparece en el código penal en 2014 y en el código de educación en 2019. “El arsenal legal existe, pero requiere una respuesta casi inmediata del establecimiento. Esto es a menudo lo que falta hoy en día”explica Valérie Piau, abogada especializada en derecho de la educación, que se ocupa “varios cientos de casos de acoso cada año”. “La materialidad de los hechos a veces toma tiempo para establecerse”templa Bruno Bobkiewicz, secretario general del sindicato de directores SNPDEN-UNSA.

En el caso de Lindsay, “el principal instigador de la violencia fue excluido temporalmente por primera vez el 14 de noviembre (…) luego excluido definitivamente el 27 de febrero, y terminamos con la tragedia del 12 de mayo”, informó Pap Ndiaye en BFM-TV, pero el acoso continuó en las redes sociales. El ciberacoso, que hoy en día prolonga casi sistemáticamente las invectivas y el acoso fuera de la escuela, complica el trabajo de los equipos educativos. “Tratamos de gestionar lo que vemos y lo que sabemos. Todavía tenemos que verlo y averiguarlo»insiste Bruno Bobkiewicz, que juzga las habilidades del personal «limitado» en esta area.

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