La muerte de Alexei Navalny provoca horror, especialmente en Rusia. Pero dado el aparato de poder represivo que existe allí, incluso el duelo público es peligroso.
Agentes de policía de San Petersburgo arrestan a una mujer que dejó flores en memoria de Alexei Navalny.
(dpa) Después de la muerte del opositor del Kremlin Alexei Navalny, la policía rusa está tomando medidas enérgicas contra sus partidarios en duelo. A última hora de la tarde del viernes, más de 100 personas habían sido arrestadas en eventos conmemorativos en varias ciudades rusas, informó la organización de derechos civiles Ovd-Info. Se informaron detenciones en la capital, Moscú, en la metrópoli de San Petersburgo, en el mar Báltico, y en otras seis ciudades, entre otras. La gente acudió a depositar flores en memoria de Navalny, quien, según información oficial, murió a la edad de 47 años en un campo de prisioneros en el extremo norte de Rusia. Según informes de los medios, entre los detenidos se encontraban periodistas.
En Moscú hubo una gran presencia policial en el centro de la ciudad hasta bien entrada la noche, como informó in situ un periodista de la Agencia de Prensa Alemana. Mientras tanto, la gente hacía largas colas para depositar flores en la llamada Piedra Solovetsky, dedicada a las víctimas de la represión política. A muchos se les permitió pasar hasta la piedra, pero los agentes de policía los intimidaron y les advirtieron constantemente que abandonaran el lugar rápidamente.
Especialmente desde el inicio de la guerra de agresión contra Ucrania hace unos dos años, el aparato de poder ruso ha adoptado medidas duras y represivas contra los disidentes en su propio país. Por eso ya casi no hay grandes protestas.