El FC Barcelona y algunos de sus exdirigentes imputados por la justicia española por sospecha de corrupción de órganos arbitrales


La justicia española procesó el viernes 10 de marzo al FC Barcelona y a algunos de sus exdirigentes por «corrupción», «abuso de confianza» y «falsos registros comerciales» en el caso de pagos de dinero sospechosos del club catalán a José María Enríquez Negreira, ex alto funcionario del arbitraje español, también procesado.

Estas diligencias, decididas por la Fiscalía de Barcelona, ​​tienen como blanco al Barça como persona jurídica, así como a Josep Maria Bartomeu, máximo responsable del FC Barcelona entre 2014 y 2020, y a Sandro Rosell, presidente del club catalán entre 2010 y 2014. Oscar Grau y Albert Soler, miembros del antiguo equipo de Bartomeu, también están siendo procesados.

Intervenida por las autoridades fiscales sobre posibles irregularidades en el pago de impuestos por parte de una empresa de Enríquez Negreira, la fiscalía había abierto una investigación preliminar en la primavera de 2022 con el fin de verificar el motivo y el marco de estos pagos de dinero.

El FC Barcelona ha obtenido y mantiene un acuerdo verbal estrictamente confidencial con José Maria Enríquez Negreira para que, en su calidad de vicepresidente de la Comisión Técnica de Arbitraje y a cambio de dinero, éste realice acciones tendientes al beneficio del FC Barcelona. en la toma de decisiones de los árbitros”explicó la fiscalía.

Las sumas podrían haber sido utilizadas para sobornar a directores de juegos.

El anuncio de un proceso contra el Barça y sus expresidentes, que ahora está en manos del primer juzgado de instrucción de Barcelona, ​​marca un paso importante en la judicialización de este escándalo arbitral, que probablemente debilitará al club catalán. Según la acusación, el club catalán pagó un total de más de 7,3 millones de euros a José María Enríquez Negreira, exárbitro y exvicepresidente de la comisión técnica de arbitraje de la Real Federación Española de Fútbol entre 1994 y 2018.

Estos pagos, realizados a través de la empresa Dasnil 95, propiedad del Sr. Negreira, comenzaron en 2001 y finalizaron en 2018, cuando este último perdió su posición como número dos en el arbitraje español y se reestructuró el comité técnico español de arbitraje. Según el FC Barcelona, ​​que niega cualquier irregularidad, se pagó Dasnil 95 para asesorar al club en materia de arbitraje, pero los tribunales españoles creen que las cantidades en cuestión podrían haber sido utilizadas para sobornar a directores de juego.

«El Barça nunca ha comprado árbitros y nunca ha tenido la intención de comprar ninguno, seamos claros», aseguró este martes el actual presidente del FC Barcelona, ​​Joan Laporta, durante una rueda de prensa. Un mensaje en consonancia con el del señor Negreira, que niega favores al Barça. En el plano deportivo, el FC Barcelona no arriesga nada, al menos en España: los hechos, con más de cinco años de antigüedad, sí se dan por prescritos, según el presidente de LaLiga, Javier Tebas. Todavía no conocemos en este momento la posición de la UEFA y la FIFA.

En el plano penal, los líderes implicados corren el riesgo de recibir penas de seis meses a cuatro años de prisión. Las sanciones contra el Barça podrían ir desde «suspensión de actividad» del club «hasta su disolución» pura y simplemente como empresa, según Alberto Palomar, catedrático de Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid, consultado por AFP.

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El caso Negreira ha puesto en duda al organismo arbitral español, que la semana pasada emitió un manifiesto exigiendo que las supuestas actuaciones de una persona no vengan «deslustre» I’» imagen « y el» honor « de la profesión «El problema nos preocupa porque perjudica al fútbol y al deporte español»aseguró este martes por su parte el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.

El mundo con AFP



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