Bola Tinubu prestó juramento como jefe de Estado de Nigeria el lunes después de unas elecciones empañadas por percances y acusaciones de fraude.
Bola Tinubu (centro) ha prestado juramento como presidente de Nigeria.
(dpa) El país más poblado de África tiene un nuevo presidente: Bola Tinubu, de 71 años, prestó juramento en la capital del país rico en petróleo de África Occidental, Abuja.
Su predecesor, Muhammadu Buhari, quien se fue después de dos mandatos de cuatro años, dejó a Tinubu con un campo de juego político difícil. El país de 219 millones de habitantes se enfrenta a importantes desafíos económicos y de seguridad.
En el norte, yihadistas como la milicia terrorista Boko Haram están activos y hay secuestros por parte de bandas armadas en todo el país. Los separatistas luchan en el sureste, en el centro del país miles mueren en conflictos por la tierra fértil. La policía y las fuerzas de seguridad están acusadas de graves violaciones de derechos humanos. El antiguo productor de petróleo líder del continente tiene escasez de combustible, el estado está muy endeudado y sufre una alta inflación. Las estadísticas predicen una tasa de desempleo de más del 40 por ciento este año. A pesar de esto, Nigeria sigue siendo una de las economías más grandes del continente.
Tinubu, también llamado «Padrino de Lagos», es considerado uno de los políticos más poderosos de Nigeria. Durante su tiempo como gobernador de Lagos de 1999 a 2007, se le atribuyó el desarrollo de la megametrópolis en uno de los centros económicos más importantes del continente. Ahora los nigerianos esperan que Tinubu, como presidente, mejore las condiciones económicas en todo el país.
Sin embargo, los analistas dudan de que Tinubu logre unir al país políticamente dividido. El nuevo presidente tiene solo una pequeña proporción de la población detrás de él: Tinubu ganó las elecciones de febrero con solo el 36,6 por ciento o 8,8 millones de votos.