Como todos los años desde su primera elección en 2017, Emmanuel Macron fue a Fort de Brégançon para sus vacaciones de verano, siempre acompañado de su esposa.
No cambiamos las tradiciones republicanas. Como cada verano, el presidente de la República llegó el viernes por la noche al Fuerte de Brégançon, en Var, una de las residencias oficiales del Jefe de Estado desde 1968.
Tras presidir este viernes el último Consejo de Ministros, su regreso de su gira por África y la polémica recepción del príncipe heredero saudí Mohammed ben Salman en el Elíseo, Emmanuel Macron se permite un breve receso veraniego.
Un descanso no tan relajante ya que Emmanuel Macron no descuidará ciertos archivos por todo eso. En concreto “el plan de sobriedad” para luchar contra la crisis energética, “la planificación ecológica”, “la puesta en marcha del Consejo Nacional de Refundación” o incluso medidas para promover el “pleno empleo” según su entorno.
Además de estos archivos y como en años anteriores, el inquilino del Palacio del Elíseo participará en la ceremonia de conmemoración del Desembarco en Provenza a mediados de agosto en Bormes-les-Mimosas.
Un descanso antes de un ajetreado inicio de año escolar
Finalmente, el Presidente de la República también se preparará para el inicio del año escolar. Esto está programado para la semana del 22 de agosto y podría agitarse en el frente social.
Mientras tanto, el Fuerte de Brégançon cuenta con todo el equipamiento necesario que podría necesitar Emmanuel Macron.
Como recordatorio, Emmanuel Macron había recibido allí a Vladimir Poutine en 2018, o incluso a la canciller alemana, Angela Merkel, en 2020. Sin embargo, por el momento aún no se conoce el programa del Jefe de Estado y no se ha dado a conocer información sobre la posible invitación de una figura política.